Vive la gastronomía, la cultura y la historia de Saltillo

La comunidad es lo que lleva a las sociedades a hacer creaciones llenas de entusiasmo y empatía. El Centro Histórico de esta ciudad es un espacio con una pertenencia histórica digna de presumirse a cualquier nivel. Estamos acostumbrados a salir de viaje, ponernos el sombrero y los lentes, pero ¿qué pasa en nuestra ciudad que no sucede lo mismo? El Centro Histórico saltillense es visible para todos aquellos que amamos esta alma vieja que deambula sigilosa, que se defiende a través de su arquitectura, de sus leyendas e historias.

La gastronomía, tema del cual estas cuadras de mosaicos puede complacer a cualquier paladar, desde las botanas, las pizzas, las pastas, la cocina mexicana contemporánea, la clásica carne asada de este bello norte, las fusiones culturales como las hamburguesas y la espectacular comida libanesa, botanas para todos los gustos, comida mexicana tradicional, las tortillas de harina que su aroma despega en cualquier rincón, rematado con una café, que sin duda es “Ese”.

Y las bebida, sorprendidos estamos del talento y la bendición vitivinícola, además de maestros cerveceros, sotoleros y destiladores a nivel solera, gin tonic.

Mucho que presumir a todos los niveles con una comunidad de gente unida que sabe que La Gloria eres tú.

Caminarlo, sentir el viento en el rostro, viendo siempre lo que se puede mejorar y disfrutar. Recorrer 25 establecimientos, con un maridaje dirigido por la sommelier Daniela Peña, joven entusiasta conocedora del vino, que se encargó de hacer el maridaje de cada espacio para esta ruta, donde lo único que tenemos que hacer es adquirir el pasaporte y viajar por casa, casona y recoveco de este nido de tlaxcaltecas y españoles que en la evolución del tiempo y la historia nos hace saltillenses. Como las palomas que cuentan a diario una historia de esta ciudad.

Saltillo, lugar de cantera y de encuentros multiculturales, de migración y de integración te invita a visitarlo, a que cada recinto te recite los poemas de Acuña al oído. Que las calles te canten sus corridos tradicionales y que ése fara fara del imaginario se vea reflejado en cada bocado de esta ruta gastro-cultural. Donde no solamente disfrutarás de cada menú, también de ver cómo cada espacio tiene una personalidad y un factor increíblemente memorable, como sus viejas casonas, curadas por cada “loquito del centro” poniéndole espíritu e intención.

Te esperamos al sonido de las campanas de catedral para que Vivas Tu Centro y escuches a los lejos estas melodías que susurran en plaza de armas por ahí del medio día.