Voces de los sin voz
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Salieron a gritar los niños y niñas por nacer.
Se sienten en peligro en el vientre de sus madres.
Temen que se les vea como desechables y se les trate como un tumor o como un injusto agresor.
Gritaban todos los sin voz con la voz de personas manifestantes que llevaban pañuelos y levantaban globos azules.
La manifestación le daba voz a pequeños seres en peligro: “Sé valiente, defiende al inocente”, “viva la vida”, “mi mamá dijo sí, por eso estoy aquí”, “México despierta, la vida se respeta”. “Se ve, se siente, la vida está presente”. Avanzó la muchedumbre desde la explanada del Instituto Tecnológico en el bulevar Carranza hasta la Plaza de Armas de Saltillo, que se convirtió en plaza de almas.
El movimiento de portavoces es mundial y no sólo confesional porque el “no matarás” es mandamiento de la ley natural y está imperante en la conciencia de la humanidad, especialmente cuando hay inocencia e indefensión por parte de las víctimas, y premeditación, alevosía y ventaja por parte de los atacantes.
No se intenta repenalizar lo despenalizado sino, por parte de la ciudadanía, subrayar e intensificar el aspecto preventivo al haberse suprimido, por la autoridad, el vindicativo.
Se trata de evitar una acción deshumanizada que nadie tiene derecho a decidir porque daña y perjudica al no culpable que no tiene defensa. Se grita la dignidad humana de la madre, del médico y de la hija o el hijo por nacer y el valor intocable de su vida.
En una sociedad civilizada, el hijo no deseado puede ser donado en adopción. Y el médico buscará siempre curar y salvar a sus dos pacientes a cuyas vidas sirve para salud, no para homicidio o feminicidio.
Se espera que cada vez haya mejores decisiones responsables y más madurez generalizada en el ejercicio de la sexualidad.
POBREZA, FRATERNIDAD Y CORDONAZO
El pobrecillo de Asís enriqueció a la humanidad y llegó a ser el santo de todos. Con su actitud de sencillez y austeridad, de sobriedad y fraternidad universal con todas las criaturas, con su alegría sobrenatural y su compasión generosa y sacrificada.
Es frecuente el cambio climático repentino que suele sobrevenir en días de octubre y que se ha llamado “el cordonazo de San Francisco”, aludiendo al cordel de su hábito de capucha. Por cierto, jamás fue empleado para azotar a nadie.
Frío, viento y chubasco se trenzan en ese cordel meteorológico que la gente, con su ingenio y gracejo, ha bautizado calumniosamente con apodo seráfico.
PARPADEO DE LUCES PREVENTIVAS
Se autorizan las terceras dosis en algunas vacunaciones. Causa cierta zozobra el avance de la inteligencia artificial robótica. Ya supera la normal humana que la inventa. Parece llegar a los umbrales de una imaginaria superconciencia (¿?) ya ajena y superior.
Y Rusia exhibió el lanzamiento del misil subacuático desde un submarino sumergido a 40 metros de profundidad, con mil kilómetros de autonomía y dando en el blanco lejano a velocidad supersónica.
Son luces amarillas que parpadean en el semáforo sanitario de esta enfermiza humanidad que sigue sin abrazar la verdadera paz...