Xóchitl y la ‘Marea Rosa’, de cara al debate
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La candidata opositora tiene aún una posibilidad para convertir al cierre de la contienda en un final de fotografía. Pero para eso debe llenar el zócalo la mañana de este domingo y derrotar claramente a Claudia por la noche
Mañana domingo tendrá lugar el tercer y último debate entre quienes contienden por la Presidencia de la República. Horas antes, la denominada “marea rosa” -muy probablemente- habrá colmado la plancha del zócalo capitalino en una suerte de “cierre de campaña anticipado” para Xóchitl Gálvez y Santiago Taboada, abanderado de la coalición opositora al gobierno de la Ciudad de México.
Llenar la plancha de la plaza pública más importante del país, horas antes del último encuentro entre la candidata opositora y la rival a vencer en este proceso electoral, la oficialista Claudia Sheinbaum, será vital para la oposición pues eso le permitirá llegar al debate con el ánimo encendido.
Los organizadores de la manifestación lo han hecho antes: lo hicieron el 26 de febrero de 2023, cuando colmaron el zócalo para manifestarse contra el “Plan B” y defender al INE y la Suprema Corte de Justicia de la Nación; lo hicieron otra vez el 18 de febrero pasado para manifestarse en defensa de la democracia y sus reglas.
Pero haberlo hecho antes no garantiza lograrlo nuevamente en automático ni les dispensaría de un eventual fracaso. Si la oposición no llena -por cualquier razón- la plaza, será el último y definitivo clavo de su ataúd en este proceso electoral. El arroz se cocerá en los huecos de la plancha de concreto custodiada por Palacio Nacional.
Por otro lado, llenar el zócalo solamente implicará haber recorrido la mitad del camino. La otra mitad se consumirá en el último debate en el cual Xóchitl Gálvez deberá salir a dar el resto, a no guardar un gramo de energía para el día siguiente... a matar o morir.
No puede quedar la menor duda de su triunfo en el debate. Debe derrotar a Claudia sin margen de duda.
Si ella y quienes le apoyan en esta campaña logran ambas cosas habrá dado el paso más importante de toda la campaña en el momento más oportuno: colocarse ante el electorado como una opción capaz de convencer a los indecisos y remontar la enorme desventaja con la cual han retratado su candidatura largamente las encuestas.
No basta, por cierto, llenar la plaza y ganar el debate. Luego debe ganarse el post debate y mantener el ánimo arriba la última semana y media de campaña. Pero hacer las dos primeras cosas es la única forma de contar con la posibilidad de convertir al cierre de la contienda en un proceso emocionante.
Y emocionar es indispensable. Si Xóchitl logra hacer eso tiene posibilidades de construir un escenario considerado imposible hace apenas un par de meses: forzar un final de fotografía.
Para asegurar una victoria sería preciso movilizar un cinco por ciento adicional de electores, es decir, empujar la participación ciudadana a niveles del 70 por ciento. Pero, para lograr eso, es indispensable emocionar, convencer a las personas de la necesidad de acudir a las urnas; persuadirles de la existencia de serios riesgos de cara al futuro si las cosas continúan en la dirección actual.
¿Será capaz Xóchitl y su ejército de idear y desplegar en el campo de batalla una estrategia como la requerida para lograr los resultados enumerados? Faltan solo unas horas para saberlo.
Aristas
Xóchitl debe cuidarse de no cometer mañana el error de emplear su tiempo en atacar o contestar ataques de Jorge Máynez. La pelea ha sido y es exclusivamente entre ella y Claudia. En derrotarla debe concentrar todas sus energías.
¡Feliz fin de semana!
@sibaja3
carredondo@vanguardia.com.mx