Y como telón en el Zócalo, Rocha, Durazo y Américo

Les platico:

Es incuestionable la popularidad de Claudia Sheinbaum entre los mexicanos.

1. Pero una cosa es popularidad.

2. Y otra, aceptación

De esos dos reactivos se deriva el factor que hace la diferencia entre presidentes, gobernadores, alcaldes y dignatarios: capacidad.

A su vez, la capacidad es la resultante de acciones vinculadas a resultados.

Noten ustedes que las promesas no juegan nada en este análisis, que aprendí al lado de los zares de las encuestas políticas -Gallup- durante mi tiempo como becario de la Sociedad Interamericana de Prensa en el Washington Post.

Ahora sí, como decía el médico cirujano, Jack The Ripper: “vámonos por partes”, al evento de ayer en el Zócalo. ¿Arre? ¡Arre!

Primero:

- La pausa en la definición de los aranceles hasta el 2 de abril, por parte de Trump, no fue por la llamada telefónica entre él y Sheinbaum.

- Como les platiqué este viernes 7, se debió a la brutal baja de aceptación del presidente norteamericano en enclaves republicanos, al día siguiente de las bravuconadas que profirió sin control, en su discurso del “State of the Union” ante el Congreso de EEUU, el martes 4.

Con los aranceles, Trump le midió el agua a los camotes

- La aceptación de Trump bajó en menos de 24 horas a niveles que no se vieron ni en los peores momentos de Biden.

- Estos hechos que les narré profusamente en el artículo citado, cambiaron el fondo del evento en el Zócalo.

- Había sido anunciado como asamblea informativa para consultar con el “pueblo sabio” cuál debería ser la respuesta de México ante la amenaza arancelaria de Trump, pero la reculada de éste obligó a hacer del zocalazo, otra cosa.

- La vimos ayer: fiesta, fiesta, fiesta.

Segundo:

- Es mentira vil lo que declaró César Cravioto -secretario de gobierno de la CDMX- respecto a que no había fuereños entre los que según él contó, fueron 350,000 asistentes.

- Hay evidencias y testimonios circulando por todos lados, del descarado acarreo que tuvo lugar desde el sábado 8.

- Hasta las meretrices de VivaAerobus -de Roberto Alcántara, Juan Carlos Zuazua y compinches- se prestaron a este innecesario “movimiento” de gente hacia el evento citado.

Tercero:

- Las más fundadas sospechas de la injerencia del narco en las campañas de gobernadores, recaen sobre Rubén Rocha, de Sinaloa; Alfonso Durazo, Sonora y Américo Villarreal, Tamaulipas.

- La presidenta lo sabe; por eso, fue aberrante verlos como telón en el templete del Zócalo.

- A Rocha le acaban de dar una soberana y republicana desconocida, los federales al mando de Omar García Harfuch, con el desmantelamiento de 11 laboratorios de fentanilo en Culiacán y Cosalá, más 920 delincuentes apresados, muchos de los cuales ya empezaron a despedirse de sus familiares, porque van que vuelan a las cárceles de EEUU, para sumarse a los otros 29.

- El todavía gobernador Rocha no fue consultado para nada, y se enteró en medios y redes de esta acción operación, en la que no intervino ni un solo elemento de las policías estatales ni municipales.

El “claudiacazo” en Sonora será diferente en forma al que sufrió Rocha en Sinaloa, pero ahí viene...

A Américo Villarreal le pegarán por otro lado: el desmantelamiento de las mafias que operan para él bajo el mando de los narcos tamaulipecos, en las aduanas de Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros.

La doctora sabe usar muy bien su mano izquierda, la derecha y el dedo al pecho, también...

Cajón de Sastre:

- Mañana, cambio completo de programa, sin faltar los infumables, Saaantiago González y su oficioso defensor Daaaniel Hinojosa, ambos del chat Santiago de ese pueblo mágico, 34 kilómetros al sur de Monterrey, en donde -por cierto- ninguno de los dos vive, pero ahí andan, de ofrecidos.