Ah, y la joya de la corona: el hecho de que, aunque predicaba en contra de las drogas, murió de una sobredosis de fentanilo, cortesía de su fe en los Testigos de Jehová.
No es la primera versión de este clásico de los cuentos de hadas, pero sí es la primera que hace historia con una protagonista latina que se rehusa a terminar con el Príncipe Azul