"Siempre seré pueblerina y me siento orgullosa": Columba Domínguez
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La protagonista de Animas Trujano recordó al realizador Ismael Rodríguez y al actor Toshiro Mifune
México, DF.- Después de recibir el Ariel de Oro por su trayectoria en la 55 entrega de la estatuilla en el Palacio de Bellas Artes, la actriz Columba Domínguez fue tributada por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) y la Cineteca Nacional, el pasado miércoles por su carrera y participación en más de 50 filmes de la época de oro del cine mexicano, en los que trabajó con los cineastas Ismael Rodríguez, Luis Buñuel y Emilio Indio Fernández, entre otros. La homenajeada dijo: Siempre seré pueblerina... He tenido el gusto por aprender y me siento muy orgullosa de lo que soy como persona.
La también modelo del pintor Diego Rivera afirmó: Me considero una afortunada; a lo largo de mi vida tuve la libertad de hacer todo lo que quise, desde trabajar con grandes cineastas mexicanos, hasta estudiar danza, esgrima y técnicas ecuestres.
Reunidos en una abarrotada Sala 9 de la Cineteca Nacional, parte de la comunidad cinematográfica mexicana y admiradores de Columba Domínguez contaron anécdotas, rememoraron pasajes de su vida y destacaron la importancia de su trabajo actoral. El homenaje inició con las palabras: "Columba llega como una paloma a posarse, con belleza y talento, sobre el nido del pajar de oro del cine. Deja una profunda huella viva, muy viva, un sello de por vida en la historia del cine mexicano".
"Las personas se forjan por su deseo de aprender"
La actriz retomó la palabra y dijo: Las personas se forjan por su deseo de aprender. Nos hacemos con maestros por el gusto por aprender y yo he tenido la fortuna de hacer lo que he querido. Gracias a esa libertad he logrado ser yo y con gran orgullo puedo decir yo soy Columba Domínguez.
Visiblemente emocionada, recordó su trabajo al lado de Ismael Rodríguez y con el actor japonés Toshiro Mifune. Del director de Los hermanos de hierro dijo: "Ismael tenía un maravilloso talento, una gran sensibilidad a la hora de hacer una película y de escoger al elenco, siempre confié plenamente en su instinto maravilloso".
De su trabajo al lado de Mifune, la actriz mencionó: "Actué con él en la cinta Animas Trujano. Él se aprendió los diálogos en español por pura fonética. Esta película fue primero muy criticada porque no se podía creer que Ismael Rodríguez trajera a un japonés, pero quién diría que sería la segunda cinta mexicana postulada al Oscar. Así es el cine, como la vida, un territorio colmado de sorpresas... Toshiro Mifune fue uno de mis maestros, él venía de la escuela del teatro kabuki, que desarrollaba diversas técnicas de expresión corporal para la escena. Con él aprendí a mover desde el dedo gordo del pie hasta cada una de las partes del cuerpo".
Columba Domínguez en el Palacio de Bellas Artes donde le entregaron el Ariel de OroFoto Roberto García Ortiz
La actriz, quien estuvo casada con Emilio Indio Fernández, recordó que cuando contrajeron nupcias no me extrañaron las disciplinas ni su fuerte carácter, porque nací y crecí con disciplina. Aunque muchos lo ven como un hombre muy recio, siempre se dirigió hacia mí con gran sutileza para solicitar lo que quería... siempre lo adiviné, no tenía que pedirme el cenicero o una taza de té, porque antes de que lo hiciera yo ya lo tenía. No es que fuera su sirvienta, yo lo mandaba pedir porque siempre tuve personas a mi cargo para atendernos... Tuvimos un matrimonio de disciplina, respeto, amor y cariño, también en el ámbito profesional. Todo lo que quise, Emilio me lo dio.
Destacó: "Fuimos de los pocos que estuvimos juntos hasta el final. Nuestro matrimonio, al igual que el trabajo, fue una disciplina, en la que había lealtad, comunicación, cariño; siempre tratamos de comprender más el uno del otro".
Entre los invitados al homenaje estuvieron el actor Raúl Adalid y Juan Antonio de la Riva, director de la AMACC.
En su oportunidad Adalid afirmó: Columba Domínguez es una actriz que siempre se adelantó a su época, no sólo por su presencia sino por su capacidad de concentración, que se hizo famosa entre los directores, quienes sabían que ella sabía estar en el aquí y en el ahora, además de comprender perfectamente la situación anímica que requería una escena... También fue un símbolo sexual urbano, una actriz que antepuso su talento a su belleza.
Una mujer resplandeciente
Por su parte, De la Riva resaltó: "Hablar de Columba Domínguez es hablar de la época de oro del cine mexicano; fue una de las primeras actrices nacionales que filmó en Yugoslavia (1952); hizo Un día de vida, que fue proyectada en algunos cines de Europa a lo largo de 15 años, lo que la convirtió en una película de culto. Es una de las primeras actrices que realizó un flashback en el cine; recurso narrativo que para su época era algo actoralmente distinto. Sin embargo, ante la cámara transmitía y lucía resplandeciente, proyectando esa sutileza que requería su personaje".
Columba dijo orgullosa que Un día de vida "es una película que siempre ha gustado".
Además, De la Riva consideró que en películas como La Perla, Maclovia o Pueblerina, la actriz permite que su amor contenido revele su pensamiento, mientras su energía refleja el sentir del personaje.
Como parte del homenaje a Columba Domínguez, la Cineteca Nacional exhibirá los largometrajes Los hermanos de hierro (1961), El tejedor de milagros (1962) y Pueblerina (1948).