Autor de "Shenzhen" y "Pyongyang" augura gran futuro al cómic

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/ 22 septiembre 2015

    "Los cómics son el único sector que va hacia arriba, muchas editoriales abren una rama dedicada a ellos y esto crea una atmósfera muy interesante para los que quieren empezar, tienen muchas más posibilidades que antes", destacó.

    Pekín, China.- El dibujante quebequés Guy Delisle, autor de tres de las novelas gráficas más exitosas de la última década ("Shenzhen", "Pyongyang" y "Crónicas Birmanas"), reflexionó hoy en una entrevista para Efe en Pekín sobre el futuro del cómic, que ve esperanzador en contraste con el de otros medios en papel.

    "Es uno de los sectores editoriales donde aumentan las ventas y las publicaciones, lo que contrasta con los periódicos, las revistas o incluso las novelas", cuenta el dibujante, que regresa a China para participar en unas conferencias literarias una década después de haber retratado su experiencia trabajando en Shenzhen.

    Delisle destacó que ha sido el género de la novela gráfica, unido a la explosión del manga japonés, lo que ha conseguido que el mundo del cómic sea hoy en día no sólo un sector irreductible al empuje de internet, sino incluso más maduro que en las décadas en que las nuevas tecnologías todavía no dominaban el ocio humano.

    "Antes faltaba algo, había sólo lecturas para niños y adolescentes, pero llegó la novela gráfica para lectores más adultos", destacó el dibujante, quien señaló a las editoriales independientes, como L'Association (que lanzó sus obras) a las grandes responsables de la revolución en el noveno arte.

    "Los cómics son el único sector que va hacia arriba, muchas editoriales abren una rama dedicada a ellos y esto crea una atmósfera muy interesante para los que quieren empezar, tienen muchas más posibilidades que antes", destacó.

    Delisle se dio a conocer con "Shenzhen" (2000) y "Pyongyang" (2004), obras en las que contaba los meses que pasó en China y Corea del Norte cuando trabajaba en el mundo de la animación, ya que las empresas francesas deslocalizaron sus estudios a muchos países en desarrollo desde los años 90.

    Más tarde relató su año de estancia en Birmania, en aquella ocasión acompañando a su esposa, trabajadora de Médicos de Fronteras, con "Crónicas Birmanas" (2007) y actualmente prepara un cómic sobre otro lugar de aparición frecuente y polémica en los medios, Israel.

    Su relato sobre Corea del Norte le hizo especialmente famoso, ya que es una de las pocas crónicas de un país casi totalmente aislado del mundo, en el que pocos extranjeros han podido trabajar y pasar una larga temporada (el dibujante estuvo allí dos meses).

    "Es un lugar terrible y fueron unos momentos duros, pero pude descubrir un poco la vida diaria allí, y los que trabajaban conmigo eran de los pocos afortunados que estaban autorizados a hablar con extranjeros", cuenta el canadiense.

    Tras haber trabajado y sido cronista de la vida en tres regímenes que despiertan recelo en Occidente, Delisle opina que "Corea del Norte es uno de los peores. Lo aterrador de ese lugar es que no tienen contacto con el mundo exterior".

    "Birmania es un régimen terrible también, pero tienen algo de contacto con el extranjero, sabes lo que pasa fuera y puedes oír la BBC", destaca el autor, aunque recuerda que cada vez que ese país experimenta turbulencias -como las protestas de 2007- se cierra al exterior.

    Como animador primero, y como "consorte" de una cooperante de MSF después, Delisle ha viajado mucho a lo largo de su vida, aunque no todos los viajes le han inspirado lo suficiente para dibujar crónicas de ellos.

    El autor cuenta que toma notas durante su estancia, y sólo al final decide si vale la pena pasarla a cómic o no.

    "A veces leo las notas y no lo veo interesante, en Vietnam por ejemplo no recogí en mes y medio suficiente material", cuenta.

    Su estancia en Etiopía tampoco cristalizó en viñetas, aunque fue en el Cuerno de Africa donde dibujó "Pyongyang".

    De China, país al que no había regresado desde que hizo en Pekín los trámites para poder entrar en Corea del Norte, reconoce que es un país totalmente diferente a su vecino y presunto aliado ideológico:

    "En China puedes sentirte que es parte del mundo, conectada con Europa o América, hay comunismo pero no lo sientes realmente, al menos si no pasas aquí una larga temporada. En Pyongyang, la gente viajaba a Pekín en las vacaciones y se sentía en el paraíso", rememora.

    Delisle recomienda a aquellos que puedan que visiten países aislados como el norcoreano o Birmania: "Los birmanos se alegran mucho de recibir visitantes foráneos, son un testigo de lo que ocurre allí, y si algo grave pasa, es positivo que haya extranjeros que puedan contarlo si se cierran todas las comunicaciones".

    "En Corea del Norte, la imagen que tienen del extranjero es que es un peligro, así que es bueno que comprueben que somos gente normal", concluye.

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