Miguel Barnet, el aguafiestas, defiende boda entre poesía y realidad
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Santiago de Chile.- A horas de recibir el Premio José Donoso en Chile, el poeta cubano Miguel Barnet reivindicó en entrevista con dpa el papel de los escritores como "aguafiestas del pensamiento oficial", al tiempo que confesó que la literatura le reveló "las facetas ocultas" de su vida.
Rodeado por los ojos cimarrones y travestís que componen su obra, Barnet, aunque acepta la bifurcación de los modos y lenguajes literarios, opta por viajar al sur pasional de la literatura. En esa travesía, le parece insustituible la función social e incluso antropológica del arte, sobre todo en un subcontinente donde la marginalidad pulula entre los senderos de la modernidad. "Es necesario -apunta- que el ser humano se reconozca en las obras de arte que lo representan".
Por lo mismo, dice no compartir "la literatura de múltiples concesiones, la literatura de quiosco, de supermercado, sentimentaloide, a veces pornográfica, a veces excesivamente política o filosofal, que va hacia la exaltación del yo y a situar a los seres humanos en un plano etéreo y desideologizado".
"Yo hago una poesía más directa, no exenta de lirismo, con preocupaciones a veces extra literarias, antropológicas", precisa. En esa línea plantea que la función prioritaria de un escritor es "la de registrar todas las facetas de la vida y tratar de desnudar las contradicciones en que vive el ser humano; es su deber, por el privilegio de sus destrezas".
Desde sus pupilas caribe, sostiene por lo mismo que los escritores son o debieren ser un espejo de sus sociedades. "Los poetas -insiste- son parte del pueblo y creo que siempre vamos a ser críticos, aún de las sociedades más cercanas a la perfección, por eso Platón no nos quería cerca del poder".
Pero esa opción creativa, como hija de su propia tolerancia, no puede excluir la diversidad de los movimientos literarios, opina. "Nunca diría que hay una poesía demasiado literaria. Hay lenguajes y modos, y hay modos más metafóricos que otros, que resultan incomprensibles para la gran mayoría, pero son tan legítimos como la poesía exteriorística y coloquial", precisa.
"No estoy contra ningún tipo de poesía, estoy contra la mala poesía, que no es poesía. Para mí, por ejemplo, Vicente Huidobro, no es críptico ni hermético. Son funciones que cumple la poesía", agrega.
Desde ese lugar, defiende a la poesía como "el género mayor" de la literatura, el que "recoge todos los temas cruciales de Latinoamérica".
"La poesía -declama- es como un acorazado que rompe los hielos y todo lo que se le ponga adelante".
Por ello, le alegra haber participado en el encuentro latinoamericano de escritores que tuvo lugar en Santiago, "Chile tiene la palabra: Latinoamérica en el corazón".
"Tuve la oportunidad -relata- de conocer a poetas jóvenes, muy talentosos, y eso me estimuló mucho, porque me doy cuenta de que ni la globalización, ni Internet, ni el lenguaje de la prensa puede contra la poesía".
"Lo que más me interesó es poder constatar la riqueza y la fuerza que tiene la poesía en nuestro continente, independiente de que el "boom" haya promovido tanto la novelística", recuerda sobre el encuentro.
Al comentar su premio, dice que lo que más lo alegra es que sea un galardón que recuerday honra al chileno José Donoso, que "fue siempre un hombre que estuvo en su lugar, con dignidad, no fue una marioneta de las editoriales".