"Para escribir una canción no se necesita pensarla": Marco Antonio Solis
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<strong>Buenos Aires, Argentina</strong>.- El cantante mexicano Marco Antonio Solís aseguró que para escribir una canción lo único que él necesita es "no pensarla, sino sentirla", al presentar hoy los conciertos que ofrecerá el próximo fin de semana en Buenos Aires.
El artista, que tiene dos discos de diamante, se presentará mañana, viernes, el sábado y el domingo en el estadio Luna Park de la capital argentina, donde repasará los éxitos de su extensa carrera.
Además, Solís presentará los temas de su último trabajo, "La historia continúa III", que se publicó en 2007 y sigue liderando los rankings musicales de América Latina.
"La intención será pasarlo bien", aseguró el cantante, quien explicó que en el show "jugará" con los ritmos y confesó que le gustaría hacer una fusión entre el tango y sonidos "más contemporáneos".
Solís, que recientemente ganó el premio Gaviota de Plata en el festival chileno Viña del Mar, se mostró "muy feliz" con la reacción del público de Argentina y contó que su "romance" con él tiene su raíz en los argentinos que conoció en el extranjero.
El ex-vocalista de Los Bukis, que se declara simpatizante del club argentino Boca Juniors, explicó que su música, principalmente baladas, cumbias y rancheras, habla de los sentimientos de amor que su público "no sabe expresar", lo cual le hace sentirse como "un mediador".
A Solís le conmueve encontrarse en sus conciertos con tres generaciones de fans juntas y asegura que una de las "satisfacciones más grandes" de su vida es ver reflejadas en sus rostros las distintas emociones que sus canciones causan en cada persona del público.
Sus fans se convierten así en una suerte de "familia" de Solís cuando se encuentra de gira, lejos de su esposa y sus hijas, que representan su "cable a tierra" y de las que afirma disfrutar y aprender mucho.
Pero, más allá de la familia y el público, el verdadero "motor" de la carrera del mexicano es, dice, Dios, pues le dio "la oportunidad" de descubrir que éste era su oficio.
De hecho, si algún deseo frustrado tiene este cantante que, tras treinta años de exitosa carrera musical y un Grammy aún llena estadios y arranca lágrimas a sus fans, es el de haber sido cura, pero, según sostiene, le "gustó más la música".
