El careo de Lavalle fue electrónico

La madrugada del pasado 31 de octubre, el conductor fue encontrado en el hotel Roma, severamente golpeado por Cervantes quien por ese motivo fue ingresado a esta prisión.

Ayer volvieron a verse en el juicio por robo y lesiones en agravio del conductor, también conocido como Fabiruchis.

A través del monitor, Cervantes Landa, presunto agresor de Fabián Lavalle, le dijo "aún te amo, te llevo en mi corazón, que Dios te bendiga".

No estuvieron frente a frente, pero sí sostuvieron un diálogo por medio de cámaras de circuito cerrado.

El acusado estuvo detrás de la rejilla de prácticas que se ubica en el juzgado, y Lavalle en la oficina del juez, pero ambos podían escucharse y observarse por medio de un monitor que tenía cada uno.

Lo anterior fue a solicitud de Fabián, quien alegó que se trataba de un delito en el que imperó la violencia, tal y como lo prevé el Código de Procedimientos Penales.

Tanto Cervantes como Lavalle se sostuvieron en su dicho; el primero aseguró que tenían tiempo de conocerse y el otro lo negó.

Casi 20 minutos duró el careo y luego Fabián se retiró, no sin antes mencionar a los reporteros que lo esperaban que se sentía bien y tranquilo de haberse careado con su agresor.

Resalta que a también a solicitud de Fabián, la audiencia fue a puerta cerrada sin la presencia de representantes de medios de información.

En la primera parte de la audiencia, donde contestó 70 preguntas realizadas por la defensa de su agresor, se mantuvo sin mirar al acusado, sonrojado y encogido en su asiento.

En su ampliación de declaración ministerial, manifestó que Alfredo era un tarjetero que con engaños lo llevó hasta el hotel Roma, donde aprovechó para robarlo.

Y, para determinar el daño que Alfredo Cervantes Landa le produjo, el conductor fue revisado por personal de Servicio Médico Forense para hacer una clasificación final de sus lesiones.