Ana La Salvia dejó atrás los golpes

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/ 10 octubre 2009

La hija de Ana La Salvia, suele decirle a su mamá que el camino a la felicidad está en los 30 derechos fundamentales del ser humano. La Salvia se los enseñó, junto con los 10 mandamientos, ahora que es voluntaria de la Asociación de Jóvenes por los Derechos Humanos, donde ofrece conferencias y seminarios, desde hace seis meses

La hija de Ana La Salvia, suele decirle a su mamá que el camino a la felicidad está en los 30 derechos fundamentales del ser humano. La Salvia se los enseñó, junto con los 10 mandamientos, ahora que es voluntaria de la Asociación de Jóvenes por los Derechos Humanos, donde ofrece conferencias y seminarios, desde hace seis meses.

Este hecho describe cómo la vida de la actual conductora del programa de televisión de TV Azteca Venga la alegría se repuso tras su divorcio hace un año y luego de que en enero del 2007 acusara a su ex marido, un empresario de los medios, de violencia intrafamiliar y secuestro haciendo una llamada telefónica desde su casa a la policía capitalina contando los hechos.

"Eso pasó hace dos años, afortunadamente quedó en el pasado, ahorita tengo un divorcio muy tranquilo; mi ex marido y yo escogimos caminos diferentes de manera sana y pacífica por el bien de los niños. He tomado mi camino, la verdad es que en estos momentos todo quedó en el pasado y hoy me siento libre", contó a KIOSKO.

A sus 33 años, Ana La Salvia luce delgada, recuperada físicamente de sus tres embarazos, el último hace apenas seis meses. Luego de pasar tres años fuera de la televisión está de regreso aportando sus conocimientos y carisma al programa matutino de entretenimiento que pasa por canal 13.

 

-¿Cómo regresas?

-Digamos que regreso a ser yo misma. Una de las cosas que ahora me encanta es el equilibrio, porque si te dedicas nada más a la familia o si te dedicas todo el tiempo a trabajar, no es sano, si le dedicas mucho tiempo a tu pareja tampoco lo es, creo que tienes que combinar todo lo que tenga que ver en tu vida, es decir un tiempo para tu familia, otro para el trabajo y otro para tu pareja. Lo único malo que hice fue dedicarme a mi familia 100%.

 

 

-¿Eres una La Salvia nueva?

-Creo que soy la misma La Salvia, pero con más energía.

 

-¿Hoy te sientes más libre?

-Vas creciendo, madurando, aprendiendo, la libertad es una falacia, creo que ahora vivo la vida más tranquila y más feliz.

-¿Te arrepientes de haber dejado tu carrera por un matrimonio malogrado?

-No, creo que las experiencias buenas y malas son importantes en tu vida y de todo tienes que aprender, si te arrepientes no aprendes, te quedas atorado en ese momento. Yo asumo mi responsabilidad de que mi matrimonio no funcionó, pero estoy joven y puedo rehacer mi vida.

 

-Dices que estás en busca del amor, ¿Qué no aprendiste?

-Imagínate que a mis 33 años me quede sin ganas de querer a alguien, de enamorarme. Ahora conocí a una persona con la que estoy saliendo, me siento a gusto.

 

-¿Capitalizaste los errores?

-Una de las cosas que aprendí, es que cuando tienes un don maravilloso, que es que la gente te siga y eres un líder de opinión, creo que no es suficiente hacer las cosas para ti y si existe la posibilidad de hacer de mis hijos mejores personas en un mundo que se está cayendo en pedazos, entonces quiero hacerlo. Me acabo de reunir con Derechos Humanos, con la Asociación Jóvenes por los Derechos Humanos y hago conferencias sobre los 30 derechos fundamentales, organizo seminarios y esa parte es la que disfruto mucho en mí, el ayudar. Pongo el ejemplo para que mis hijos lo practiquen siempre y no se los olviden.

 

-¿Esto fue a raíz de lo que te pasó?

-Fue porque tuve hijos y quiero que ellos se vuelvan unas personas productivas, no económicamente, sino para el mundo, es decir actuar y luchar por lo que quieren y eso es a raíz de que están conmigo.

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