Conoce a Lama Hambo Itigelov, la momia budista

Artes
/ 24 junio 2014

El Lama murió y fue enterrado en 1927. El cuerpo fue extraído de su tumba en la presencia de parientes, oficiales y especialistas.

Moscú, Rusia.- “La exhumación del cuerpo del Lama Hambo Itigelov tomó lugar el 10 de septiembre del 2002 en el cementerio cerca de la ciudad de Ulan Ude (La Federación Rusa). El Lama murió en 1927 y fue enterrado ese mismo año. El cuerpo fue extraído de su tumba en la presencia de parientes, oficiales y especialistas.” 

Esta fue la información que apareció en los medios masivos de comunicación en Rusia al respecto del Lama Buryat, quien fue exhumado a principios de este siglo. Dentro de la tumba se encontró un cajón de madera con el cuerpo del monje sentado en la postura de meditación conocida como “de loto”. Su cuerpo estaba preservado como si hubiese sido momificado, lo cual no fue el caso. El cadáver presenta piel y músculos suaves y articulaciones flexibles. También se encontraba ataviado de vestimentas de tela común y seda.



El Lama Hambo Itigelov era una persona bastante conocida en la historia de Rusia. Estudió en la Universidad Budista de Buryatia, conocida como Anninsky Datsan. Ahí, obtuvo los grados de médico y filósofo (especializado en la naturaleza del vacío). Gracias a estos conocimientos creó una enciclopedia farmacológica. 

En 1911, Itigelov se convirtió en un Lama Hambo (la cabeza de la Orden Budista en Rusia). Durante el período de 1913 a 1917 participó en eventos sociales para el Zar, siendo uno de los invitados a la celebración de los 300 años de la Dinastía Romanov, inaugurando el primer templo budista de San Petersburgo. También fue reconocido por el Zar, Nicolás II, con el premio de San Stanislao el 19 de marzo de 1917. 

Durante la Primera Guerra Mundial, Itigelov inspiró y ayudó a crear la orden “Los hermanos Buryat”, a través de ésta ayudaba al Ejército Ruso con dinero, alimentos, ropa y medicamentos. También construyó una serie de hospitales para poder ayudar a los soldados heridos. Fue debido a esto, que se le otorgó el Reconocimiento de Santa Ana, entre otros. 

A partir de 1926, Itigelov aconsejó a los monjes budistas abandonar Rusia debido a que ‘la enseñanza roja estaba por llegar’, pero Itigelov jamás dejó Rusia. En 1927, con la edad de 75 años, les dijo a sus discípulos que comenzarán a meditar, ya que el se estaba preparando para morir. Los monjes no quisieron realizar dicha meditación porque aún estaba con vida. Así que Itigelov comenzó a meditar por su cuenta y cuando los monjes se unieron a ésta, el maestro murió poco después. 

Itigelov dejó un testamento en el que pedía que fuera enterrado como estaba: sentado en la postura de flor de loto, en una caja de madera de cedro, inhumado en un cementerio tradicional; y así fue hecho. Dentro del mismo testamento, existía un apartado en el cual pedía a los monjes el ser exhumado varios años después (éste es un punto muy emocionante de la historia, ya que esto significa que él sabía lo que sucedería con su cuerpo). Esto fue llevado a cabo en 1955 y de nuevo en 1973, pero los monjes budistas estaban muy temerosos de difundir el hecho, ya que el régimen comunista no dejaba espacio para la religión en la sociedad. 

En el año de 2002, fue cuando el cuerpo es exhumado por última vez y transportado al Ivolginsky Datsan (la actual residencia del Lama Hambo) donde fue examinado cuidadosamente por monjes y lo que es más importante en la actualidad: por científicos y patólogos. La declaración oficial al respecto del cuerpo es que se encontraba en un muy buen estado de preservación, sin ningún signo de descomposición, con músculos, tejido interno, piel y articulaciones suaves. Lo interesante es que el cuerpo jamás fue embalsamado o momificado. 



Han pasado dos años desde que el cuerpo de Itigelov ha estado en contacto a la intemperie y a la vista del público sin ningún tipo de cuidado al respecto de la temperatura o humedad. ¿Cómo es que el cuerpo conserva aún este estado de preservación? Es algo que nadie sabe.



Hasta el momento, es el único caso confirmado de Cuerpo Imperecedero en todo el mundo. El proceso de embalsamiento y el de la momificación son conocidos alrededor del mundo, entre distintos pueblos y naciones —las momias peruanas, las momias egipcias, santos cristianos y líderes comunistas por poner ejemplos. Algunos cuerpos han sido encontrados congelados y de esta manera preservados, en sitios de hielos perpetuos, pero al contacto con el oxígeno en el aire se descomponen en cuestión de horas. Sin embargo, en los textos budistas hay descripciones de este tipo de fenómenos, no habiendo casos confirmados, hasta ahora. A lo largo de dos años, después de la última exhumación de Itigelov, su cuerpo no se ha dañado ni descompuesto y no ha desarrollado hongos ni ningún fenómeno negativo. 

Itigelov comentó antes de morir que dejaría un mensaje para todas las personas del planeta. El mensaje no tiene palabras. Ahora es nuestro turno el comprender dicho mensaje.

Con información de Casa Tibet México

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