Joan Miró en la Bretaña francesa

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La exposición, que podrá verse hasta el 3 de noviembre, procede en un 80 por ciento de préstamos de la familia Maeght y su fundación en Saint-Paul-de-Vece.
París, Francia.- Landerneau es una pequeña e idílica localidad en la Bretaña francesa. Hasta hace algo más de un año, apenas era conocida por los lugareños de la zona, pero desde la inauguración de la fundación de arte Hélène & Edouard Leclerc todo ha cambiado. Ahora, acoge una exposición de más de 450 pinturas, esculturas y grabados del español Joan Miró.
La exposición, que podrá verse hasta el 3 de noviembre, procede en un 80 por ciento de préstamos de la familia Maeght y su fundación en Saint-Paul-de-Vece (junto a la costa Azul), una de las más grandes y famosas de Francia.
¿Cómo es posible que casi 500 "mirós" hayan llegado a Landerneau? "Para muchos es incomprensible, pues la fundación Leclerc lleva tan sólo abierta desde julio de 2012", cuenta su director, Patrick Jourdan. La espuesta es sencilla: detrás de la fundación, situada en un antiguo convento capuchino del siglo XVII, se encuentra el magnate de los supermercados Michel-Edouard Leclerc.
Hace un año, la inauguración de la fundación fue todo un éxito, con dos de los principales artistas contemporáneos de Francia: Gérard Fromanger y Yann Kersalé. Pero la muestra dedicada a Miró batirá probablemente todos los récords. "Actualmente la visitan todos los días más de mil personas", afirma Jourdan.
En "Joan Miró. L'arlequin artificier", que toma su nombre de una colorida litografía, pueden contemplarse obras creadas por el artista catalán entre 1930 y 1983. "En la segunda mitad de su creación, Miró dio vía libre a colores y formas", señala Jourdan.
Nacido en Barcelona en 1893, el artista desarrolló en esa etapa nuevas técnicas manteniendo sus inconfundibles círculos, elípsis, puntos y líneas curvas, pero experimentando con distintos materiales. Así nació una innovadora e imaginativa obra tardía formada por esculturas, trabajos en papel y cerámica.
Édouard Leclerc, fallecido en 2012, se hizo famoso en los años 80 al declarar la guerra a la pobreza en Francia con "paquetes de supervivencia" a precio de coste e incluir en sus supermercados mostradores con productos para los más desfavorecidos. Su hijo continúa la lucha por bajar los precios, también en lo cultural: el precio de entrada de la exposición es de seis euros (8 dólares).
Por Sabine Glaubitz/DPA