‘Bitácora de juicios’: Visión crítica y pincelada precisa de un nonagenario que ‘ama a su raza’
Después de casi una década sin una exposición individual, el maestro Eloy Cerecero presenta su más reciente trabajo en el Centro Cultural Vito Alessio Robles, con una selección que da cuenta de su aguda crítica social y rigor artístico
La obra de Eloy Cerecero nunca será callada. Su voz es heredera de los maestros del Frente Nacional de Artes Plásticas y del movimiento nacionalista de mediados del siglo XX y contra el paso del tiempo, mientras otros artistas voltean en diferentes direcciones, se mantiene preocupada por lo que ocurre en México y el mundo.
Pandemia, violencia o desigualdad, no importa la injusticia o el predicamento, si nos aqueja a todos tendrá su lugar en los lienzos del pintor saltillense. Y no como meras representaciones de la realidad, sino como composiciones crípticas, que solo develan su mensaje a los más dedicados.
En la exposición “Bitácora de juicios” la forma obedece al momento y el conjunto rinde homenaje a más de siete décadas de trayectoria, pero en especial a dos años de intensa labor que ni la contingencia sanitaria global afectó.
Este jueves el Centro Cultural Vito Alessio Robles abrió sus puertas a la magna exhibición, que reúne 66 piezas en sus cuatro salas, con una curaduría y museografía a cargo de Adriana Cerecero, artista e hija del maestro, que permite adentrarnos en su obra y conocer su mirada crítica y pincelada precisa.
Durante la inauguración del evento, que se realizó con apoyo de la Secretaría de Cultura de Coahuila (SC) y el Instituto Municipal de Cultura de Saltillo, las autoridades destacaron el trabajo de este autor reconocido a nivel nacional e internacional.
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Asimismo, tanto Alejandro Cerecero, docente, artista e hijo del pintor, como José Luis Rodríguez Sena, Director de Desarrollo Cultural de la SC, recordaron la labor de gestión que Eloy realizó, con la organización de importantes exposiciones, así como su trabajo en los 90’s en VANGUARDIA, cuando ilustró semana con semana las portadas del Semanario.
Pintura contra el COVID
La primera sala abarca buena parte de su incansable y prolífica producción pictórica del 2020 a la fecha. Con solo ver el nombre de la pieza y la fecha de la firma se puede realizar un recorrido por el estado del mundo entero, desde los momentos en que el virus parecía una amenaza lejana, o una contingencia pasajera, hasta que nos dimos de la realidad de la situación.
Desde este punto y hasta el final del recorrido Cerecero ofrece en cada pieza un acertijo; la clave para descifrarlo suele estar en los datos que le acompañan. Los colores vivaces, las leyendas, las manos, los rostros y los cuerpos se reúnen en distintas imágenes que juegan entre los límites de la abstracción y simbolismo para traernos de vuelta a la realidad, a un aspecto muy específico de esta.
Camino al interior
Pero si en la primera gran sala el espacio le otorga a cada obra una plataforma para hacer su llamado, conforme pasamos a las galerías interiores la constricción del edificio establece diálogos más directos entre las piezas.
Las críticas, las denuncias y las exigencias por un alto a la violencia y al abuso, como sucede en la tercera parada, se vuelven imposibles de ignorar, a diferencia de la facilidad con la que en el día a día se puede voltear para otro lado ante las injusticias.
Con 92 años de vida Eloy Cerecero no pierde potencia; en su obra su mirada no decae, su brazo no se cansa, su crítica no se debilita y hasta enero estará en exhibición como muestra de pasión y amor por su país y de rigor y disciplina en el arte.
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Su visión se resume en una cita del crítico de arte Mario Herrera Scaccioni, que menciona María Concepción Recio Dávila en la hoja de sala que acompaña a la exposición:
“[Cerecero pinta] no con un estrecho sentido sectario del propagandista o del miserable mercenario, sino con el juicio superior e independiente del que ama a su raza, se conduele de los dolores, se acerca a ella con luminosa comprensión y la juzga con imparcialidad y visión estrictamente humana... sin más”.