Desde un ejido que lucha por el agua llega Pedro de Ordimales con aventuras milenarias
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El ejidatario Pedro Jasso es recipiente de historias antiquísimas, que han pasado de generación en generación y que ahora se publican como parte de una investigación histórica para la protección de este territorio
Pedro Jasso es uno de tantos ejidatarios que está peleando por su derecho al agua en Coahuila, ante la extracción desmedida del líquido por empresas de la región, proveniente de fuentes que desde hace décadas les pertenecen.
Pero también es el recipiente de una tradición oral cuyos orígenes un historiador coahuilense rastreó a siglos de distancia. Se trata de cuentos y fábulas, en su mayoría protagonizados por un hombre inteligente y astuto llamado Pedro de Ordimales.
Estas narraciones fueron recopiladas por el investigador, el dr. Carlos Manuel Valdés en el libro “Aventuras de Pedro de Ordimales. Narradas por Pedro Jasso, campesino del desierto coahuilense”, el cual fue publicado por la Editorial El Cerdo de Babel y se presentó por primera vez el pasado viernes en el marco de la Feria Internacional del Libro Coahuila 2023.
En el evento Valdés explicó que el encuentro con estas historias fue fortuito pero formó parte de una investigación que Jasso y otros activistas por el agua de las localidades de la cuenca del Arroyo San Miguel, entre ellas Pilar de Richardson, solicitaron como parte de los esfuerzos para proteger sus tierras.
“Me da gusto saber que se hizo un libro, porque habla de una trayectoria de mi comunidad”, comentó el campesino en la charla, espacio en el que también recordó que estos ejidos –información que a su vez se encuentra en el texto, que cuenta el proceso de la investigación histórica y los hallazgos en torno al personaje titular, además de recopilar los cuentos– tienen sus orígenes siglos atrás, hasta el latifundio de San Francisco de Patos en el siglo 16.
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“Estamos orgullosos de vivir ahí”, expresó don Pedro, quien sigue en la lucha por el cuidado del agua en la región, y en consecuencia, la supervivencia de su comunidad, “la ciudad para nosotros es una cárcel”.
Pero más allá de las historias mismas que Jasso heredó de sus padres y abuelos, y estos de los suyos, el libro también ofrece el primer vistazo a un hallazgo que hizo el historiador: la figura de Pedro de Ordimales trasciende a la cuenca y casi que al tiempo.
El personaje es protagonista de tradiciones orales en casi toda Latinoamérica, desde hace siglos, con nombres como Pedro Urdemala, Pedro Artimaña o Pedro Malas Artes, y aunque hasta el mismísimo Miguel de Cervantes Saavedra recopiló sus historias, bajo el nombre de Pedro Urdemalas, en el siglo 17, señaló que sus aventuras lo preceden. Valdés lo rastreó hasta un manuscrito en latín del siglo 13 como Petro Urde Malas.
Desde una jugarreta al rey y su princesa hasta un encuentro con el diablo son varias las divertidas historias –además de las fábulas con animales– que rescata este libro, a la vez sello de la tradición de una comunidad que se rehúsa a ceder ante al progreso que solo beneficia a unos pocos.