‘El espíritu franciscano se traduce en Saltillo’: Reconocen el legado de la orden con exposición fotográfica y conferencia
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En el marco de la fiesta patronal del Templo de San Francisco de Asís, este martes se llevaron a cabo dos actividades culturales que recuerdan el paso de esta orden por la capital coahuilense
Este martes 26 de septiembre, como parte de su Novenario, el Templo de San Francisco de Asís recibió a la historia y al arte para dar cuenta de la huella que la orden franciscana ha dejado en Saltillo a lo largo de siglos.
Con la conferencia “Presencia franciscana en Saltillo a través de los siglos”, impartida por el historiador Carlos Recio, así como la exposición fotográfica “San Francisco y los franciscanos en Saltillo”, se reconoció el legado de estos frailes en la ciudad.
Las 20 imágenes —entre daguerrotipos y fotografías—, expuestas en el templo muestra las distintas etapas de su construcción y desarrollo, incluido el antiguo convento donde el Ateneo Fuente inició en 1877.
“En la conferencia presenté las distintas etapas de la presencia de los franciscanos en Saltillo”, compartió el investigador para VANGUARDIA, “hay un fraile que llega en 1568, antes de la fundación de Saltillo [...] Después el primer convento por dos frailes que participaron en la fundación del Pueblo de San Esteban y que tuvieron ese convento donde ahora es la iglesia de San Esteban y las calles aledañas”.
Recalcó que la presencia franciscana en la ciudad ha sido intermitente, pero significativa, pues dependían administrativamente de la provincia de Jalisco. Estuvieron ausentes casi todo el siglo 17 volvieron en 1778, cuando se les dio el terreno que abarca el actual templo, desde la calle de General Cepeda hasta Arteaga y de Juárez a De la Fuente, que perdieron con la ley de Desamortización de Bienes de 1856.
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Fue en esas circunstancias que el terreno anexo se le vendió a la Iglesia Bautista, y el convento se adaptó para dar cabida al Ateneo Fuente, que previamente albergó al colegio San José, administrado por el padre Manuel Flores Gaona, “el famoso Padre Flores”. Volverían hasta 1944 para quedar al frente del templo.
Además de permanecer en la arquitectura, su huella aún se siente en el aspecto educativo, argumenta Recio. “Son precursores de la educación superior, fueron los primeros que se preocuparon sobre todo por las materias de gramática y filosofía, y eso fue porque los ricos decidieron que vinieran para apoyarlos”, explicó.
“Tenemos la huella educativa en el colegio San José, pero también pienso que algo muy importante es el espíritu franciscano que de alguna manera se traduce en Saltillo. Somos considerados, en el imaginario colectivo, una ciudad que no es ostentosa, sencilla, con una forma de vivir sencilla y pienso que de alguna forma puede estar ahí la huella franciscana, un estilo de vida, parte de la formación de la identidad”, agregó.