El Renacimiento llega a México con el arte de Miguel Ángel
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Las réplicas certificadas de ‘El David’ y ‘La Piedad’, obras maestras del artista italiano, se exhiben en la Ciudad de México
Directo desde Italia dos de las obras más importantes del periodo del Renacimiento llegan al Museo Soumaya de la Ciudad de México. Se trata de un par de réplicas certificadas de “El David” y “La Piedad”, creadas por el artista Miguel Ángel Buonarroti.
Las piezas son autorizadas por el gobierno de Italia, la Galería de la Academia, en Florencia —que resguarda a “El David”—, y los Museos Vaticanos, en Roma —donde se encuentra “La Piedad”—.
La curadora del museo, Francesca Conti, señaló que ambas están elaboradas con mármol de Carrara, la misma zona donde el artista italiano obtuvo la materia prima para sus esculturas en el siglo XIV, aunque fue difícil encontrar los bloques ideales para su realización, en especial para la representación del rey bíblico.
Así fue la travesía del “David” para llegar de Florencia a Ciudad de México.
— Museo Soumaya (@ElMuseoSoumaya) January 10, 2023
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Esto debido a que la escultura mide 5.17 metros, y al tener una escala 1:1 con la original fue necesario que el bloque de mármol no tuviera grietas. En el caso de esta obra también se replicó el pedestal original, que está hecho de mármol y cuarcita roja. Incluyendo la base, El David tiene una altura total de 6.97 metros.
Conti dijo que estas esculturas fueron realizadas con moldes de las originales, que se crearon en la década de los 20, cuando Italia obsequió una réplica del David, en mármol, a Uruguay. En este caso, la fundidora artística Ferdinando Marinelli es la propietaria de los moldes del “David” y “La Piedad”.
La talla de dichas réplicas estuvo a cargo de escultores certificados, quienes a su vez trabajaron bajo la dirección el Roberto Domina, cuidando hasta el más mínimo detalle, al grado de que, aseguran, tiene un margen de error del 0.01%.
“Se utilizó el antiguo método del pantógrafo, que es un instrumento que ya utilizaban los griegos y los romanos. (La técnica) consiste en tomar puntos de referencia para poder replicar la obra de manera exacta. Estos puntos de referencia se tomaron a partir del original”, explicó la curadora.
Las réplicas, además, fueron realizadas en la Galería Pietro Bazzanti de Florencia y son las únicas dos en su tipo que este lugar ha realizado a la fecha. Ambas viajaron por mar desde Italia hasta el puerto de Veracruz, donde continuaron su travesía por tierra hasta el Museo Soumaya, que las adquirió para formar parte de su colección permanente y donde se unirán a una réplica de “La Piedad” en bronce.
“La Galería Bazzanti evalúa a sus compradores. El hecho de ser una institución cultural y gratuita sin duda fue uno de los ingredientes determinantes”, dijo Alfonso Miranda, director del museo, quien se rehusó a compartir el costó de las dos obras. Cabe destacar que éstas no son las únicas réplicas de estas esculturas en México.
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“Estamos de fiesta”, declaró en la ceremonia de revelación. “Gracias por develar La Piedad y que vaya este mensaje a nuestros hermanos y hermanas del norte de México y en especial a Sinaloa”, agregó Miranda.
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Un poco de historia
“El David” fue creado entre 1501 y 1504 por encargo de la Opera del Duomo, como parte de un proyecto de 12 esculturas inspiradas en personajes bíblicos que serían colocadas sobre los contrafuertes externos al ábside de la iglesia de Santa Maria del Fiore.
El bloque de mármol, extraído de la cantera Fanttiscritti, en Carrara, fue trabajado por otros artistas —algunos de los cuales lo dañaron— desde décadas atrás, y no fue sino hasta que se comisionó la obra a Miguel Ángel que esta por fin vio un avance y se terminó unos años después.
Al estar terminada las autoridades florentinas decidieron colocarla en la Piazza della Signoria, donde actualmente hay otra réplica, pero no fue sino hasta 1873 que fue trasladado a la Galería de la Academia, donde se exhibe hoy en día, aunque esto luego de haber sufrido daños por el clima y el vandalismo.
Por otro lado, “La Piedad”, fue comisionada por el cardenal Jean Bilhères de Lagraulas, embajador del monarca francés ante la Santa Sede en 1498. Fue terminada en 1499, cuando el artista tenía 24 años.
Con información de El Universal.