Entre el azar y la catarsis musicalizarán los poemas de Valdemar Ayala

“La sensación es parecida a eso que pueden ser los claroscuros vitales, que a todos nos afectan”, dice Valdemar Ayala sobre su más reciente poemario “Donde está... + Elegía”, libro bipartito en el que contrasta el juego azaroso de los versos y la pasión catártica que solo la pérdida puede provocar.

“En un solo día tenemos infinidad de días y puedes pasar de una experiencia totalmente gozosa al sinsentido y la agresividad de la persona que puede ir al carro de al lado”, agregó en entrevista con VANGUARDIA al respecto de la presentación que se llevará a cabo este sábado 20 de agosto a las 19:00 horas en el Centro Cultural La Besana, evento que además se enmarca en el décimo aniversario de dicho espacio.

La presentación contará con los comentarios de la maestra Sanjuanita Torres, catedrática y miembro fundador de la Licenciatura en Letras Españolas de la UAdeC, así como una musicalización de los textos a cargo del autor en compañía Milton Gerardo, por parte del grupo Producto Interno Bruto.

“Era un salto al vacío armar un libro así, pero me parecieron tan disonantes y de pronto la forma de pintar musicalmente y acompañar los versos, en muchas ocasiones funciona mejor la disonancia que un intento de crear una armonización, entonces me parece un libro especialmente vital”, explicó Ayala.

Se trata del quinto libro, cuarto poemario, que publica, y en él reúne dos ejercicios distintos. Por un lado se encuentra la primera parte, dedicada a un proceso creativo que inició a mediados del 2018 que partía de la intuición y el arrebato.

“Era donde me agarraran, si estaba cocinando, esperando el camión, parara lo que estuviera haciendo y los anotaba en el celular. Entonces prácticamente la escritura de la primera parte, ‘Donde está’, se hizo en el celular y se fueron acumulando estrofas de tres versos, tercetos. Cuando me di cuenta ya tenía un chorro”, señaló el autor.

La segunda parte, en cambio, es producto del luto. Después de la pérdida de su padre, a inicios del año pasado, la palabra se convirtió en el instrumento para la catarsis.

“El fin de semana que lo cremamos y tuve que regresar a Saltillo, ese fin de semana se escribió todo. Incluso hubo textos que estuve empezando a escribir en el celular de ida al aeropuerto de Monterrey. Entonces fue un proceso radicalmente distinto, uno fue de tirar los dados, soltarlos y ver qué pasaba, y empezó a crearse una serie larga, larga. Y estos otros textos, con la necesidad de lavar un poco el alma”, recordó.

La musicalización, por su parte, es otro ejercicio que el dúo realiza con los textos de Ayala desde hace unos años, que en esta ocasión resulta aún más especial por el contraste que existe entre ambas partes del poemario, el cual se verá reflejado a través del sonido electrónico contra el acustico.

“Queríamos partir metiendo objetos como juguetes, y decidimos introducir piano, un teclado MIDI, una guitarra de tres cuartos, todo esto haciendo alusión al sentimiento de la época infantil y el recuerdo de Valdemar de su padre”, explicó Milton, “estamos metiendo versos, armonías, que no persiguen un coro, una estructura normal. Va a ser más una sonorización de las palabras y alguna emoción de espacio, de repetición, con efectos”.

El libro también se presentará próximamente en la Feria Internacional del Libro Coahuila 2022 en septiembre. Mientras tanto, La Besana continuará con su celebración la semana entrante con el estreno de la obra “Todos Somos Marcos” de Vicente Leñero, con la dirección de Jesús Cervantes, el sábado 27 a las 20:00 horas.