Goya vigente: su obra describe el delirio colectivo y el asalto al Capitolio
Una exposición en el Museo Metropolitano de Nueva York trae nuevamente a la discusión la constante pertinencia de la obra del pintor español, quien en sus obras reconoció cuestionó a la sociedad española en particular y humana en general
Ya hemos escrito aquí la vigencia que tiene la obra de Francisco de Goya, a más de dos siglos de haber sido creada. Cuando a finales del 2019 llegó a Saltillo la exposición “Los caprichos”, del artista español, uno de los puntos recurrentes fue cómo la crítica en sus obras hacia la sociedad aplica para lo que vivimos hoy en día.
En ese momento la reflexión era muy general: la serie de grabados aborda cuestiones como la superstición de las masas, la corrupción del Gobierno y la Iglesia, además de la deficiencia en el sistema educativo, a través de metáforas visuales y una técnica pulcra y que a su vez también se adelantó a los movimientos artísticos.
Ahora, el 12 de febrero, Goya llegará a Nueva York, en una exhibición en el Museo Metropolitano (Met) que ha comenzado a arrojar lecturas mucho más específicas, por teóricos del arte que aseguran que, en el contexto actual de los Estados Unidos, incluso describen episodios como el que hace unas semanas sucedió en el Capitolio en Washington, cuando una horda de seguidores del presidente Donald Trump entró por la fuerza, para detener el conteo de votos que marca su derrota en las elecciones.
“Por más de 200 años, este artista español capturó perfectamente el tipo de delirio colectivo y fanatismo de masas que pululaban en el Capitolio la semana pasada”, señaló el crítico de arte Jonathan Jones para el medio británico The Guardian.
Goya vivió en un tiempo de tumulto para España. Vio de primera mano la corrupción de la monarquía y el clero, así como los horrores de la guerra de independencia española, que duró de 1808 a 1814 y que inspiró su serie de grabados “Los desastres de la guerra”.
“La horda de fanáticos de Trump que asaltó la casa de la democracia estadounidense estaban tan alineados como la multitud que marcha con ojos enloquecidos detrás de un músico maníaco en La romería de San Isidro ”, agregó Jones en referencia a una de las obras que pintó sobre los muros de la llamada “Quinta del sordo”, una de las famosas pinturas que creó en sus últimos años, ya con la sordera apoderada de él.
En esta serie, de la cual “Saturno devorando a sus hijos” es la más popular, Goya plasmó con una perspectiva artística muy adelantada a su época —aspecto que hace que muchos teóricos lo consideren el primer pintor moderno— y ofrecen un vistazo tétrico a lo que el autor miraba en la sociedad española de entonces, y que en el resto del mundo no hemos dejado de ver, como lo aseguran estos investigadores con motivo de la exposición en el Met “Goya’s Graphic Imagination” que reúne un centenar de dibujos y grabados.
“A través de estos trabajos expresó su liberalismo político, el rechazo de las supersticiones y su disgusto por la opresión intelectual en formas únicas y convincentes”, se menciona en un comunicado de prensa sobre la muestra, que a la vez podría servir para describir muchos eventos contemporáneos, incluida la toma del Capitolio, El párrafo, extraído del resumen de prensa, define a cualquiera de los eventos contemporáneos que sean producto de esa compleja psicología de las masas, la cual aleja a la humanidad de la “razón” y la pone más cerca de ese instinto animal que desde el Renacimiento se asegura ya no existe en nuestra especie.
“El 3 de mayo de 1808 en Madrid”, obra en la que se ve un fusilamiento al inicio de la Guerra de Independencia, remite a episodios donde la disparidad de poder y la lucha ideológica llevan a encuentros violentos, como los hemos visto en años recientes y cada semana se suman más: desde protestas sindicales, feministas o por los derechos de la comunidad LGBT, hasta la violencia del narco y las guerras en Medio Oriente.
Otra obra que también encuentra paralelos con la actualidad es “Duelo a garrotazos”, una de las “Pinturas negras”, que a pesar de no remitir a una imagen específica sí simboliza la división y conflicto entre pares. En su momento Goya la pintó en alusión a su España dividida, con el lodo hasta los tobillos, dañando a su hermano sin remordimiento, pero en nuestra época podría muy bien aplicarse al cisma que se vive Estados Unidos, en el que han salido a flote problemáticas hasta entonces ignoradas, como el racismo sistemático.
Pero no todo se concentra en el vecino del norte, también con México podemos encontrar paralelos; entre derecha e izquierda en el gobierno de AMLO o con el machismo que provoca incontables muertes a diario, todo como producto una cultura que será difícil de cambiar pero que nos mantiene en constante enfrentamiento.
2020 empezó la despedida a Goya de Saltillo, 2021inicia con la bienvenida en Nueva York a este gran artista. Un año de diferencia separa ambas muestras y más de 200 a su origen, pero la vigencia no mengua y aunque desde el plano intelectual es fascinante reconocer tal fenómeno, no habla muy bien del progreso que hemos hecho como humanidad.