Hallan cementerio de niños prehispánico en Lima: Obreros instalaban gas natural al dar con el yacimiento
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El hallazgo se dio mientras excavaban para instalar una línea de gas natural por parte de la compañía Cálidda
Un cementerio prehispánico de casi mil años de antigüedad fue descubierto en la periferia de Lima. El misterio recae en que seis de los cuerpos son de bebés y niños, y el buen estado de conservación de estos y de cerámicas que los acompañaban como parte del ritual podrán dar más información de la milenaria conformación de la capital de Perú.
“Al momento hemos encontrado ocho contextos funerarios compuestos por seis niños y dos adultos, están enfardelados, es decir cubiertos por telas y acompañados de su ajuar funerario compuesto de vasijas, material de calabaza y herramientas de madera”, explicó este viernes a EFE Jesús Bamonde, arqueólogo de la empresa Cálidda.
Una excavación de una instalación de gas natural de esta compañía permitió descubrir que había numerosos restos prehispánicos en el distrito limeño de Carabayllo, lo que dio lugar al inicio del trabajo arqueológico.
En el distrito de Carabayllo, ubicado en Lima, Perú, llegaron a encontrar un cementerio prehispánico de casi mil años de antigüedad. Encontraron varios cuerpos de los cuales seis eran de niños.#Carabayllo #Lima #Peru #Cementerio #Prehispanico #Noticia #News pic.twitter.com/iItIZ90zNy
— Mr. Enigma (@enigmas_peru) September 23, 2023
“Por asociaciones hechas a través de la cerámica estamos considerando que debió haberse desarrollado en el periodo intermedio tardío, entre los años 1100-1450 después de Cristo”, dijo Bamonde, al añadir que estos hallazgos tienen de 1000 a 800 años de antigüedad.
El experto señaló que esta parte del cementerio podría ser dedicada a infantes, puesto que había dos bebés y cuatro niños, algo que demuestran a simple vista las saturaciones sin terminar en los cráneos y rótulas.
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“Los restos estaban envueltos en algodón, en hojas de pacae (una leguminosa) y en tela de algodón natural, que en algunos casos estaba decorado”, detalla la arqueóloga Mercedes Vara mientras limpia con cuidado el fardo de un bebé.
Los arqueólogos mostraron su asombro por las posturas en las que los niños estaban enterrados, la mayoría en posición fetal y uno yacía tumbado en posición de flor de loto.
Además de los ocho cuerpos han sido hallados numerosos objetos relacionados con la labor que realizaban las familias en vida, parte del ajuar funerario, como piezas de cerámica, vasijas, cuencos de mate, platos, vasos, copas que utilizaban o que entregaban de manera ritual en el entierro.
Se podía incluso apreciar ollas ennegrecidas por el hollín, lo que demuestra su uso cotidiano y tapas que cubrían recipientes que habían sido llenados a la hora del ritual.
El estado de conservación de los restos es, según los expertos, “de regular a bueno”, porque el terreno donde han sido hallados es arenoso y seco, lo que “ha ayudado a mantener los tejidos y elementos blandos de los cuerpos, que han pasado por un proceso de momificación natural, es una buena condición y se diferencia de otros entierros en los que solo hay esqueletos”.