La arquitectura y la literatura, como herramientas para hacer arte: Jorge Mendez Blake en MARCO
El Museo de Artes Contemporáneo de Monterrey recibe la obra del artista mexicano, en una retrospectiva que explora su uso de la arquitectura como medio de expresión, así como de narrativas alternativas y formas experimentales de la literatura
A lo largo de 30 años de trayectoria, Jorge Mendez Blake ha explotado el potencial expresivo de la arquitectura y de la literatura, pero no desde la construcción ni desde la narrativa tradicionales, sino aprovechando las herramientas que cada una provee para llevar al arte visual una perspectiva diferente.
En la retrospectiva “Proscenios literarios” el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey MARCO presenta una revisión de mediana carrera del artista tapatío, arquitecto de formación, que llega desde el Museo Cabañas, donde se originó, con una versión ampliada para un total de 103 obras.
“Yo creo que la arquitectura, al final, es un producto cultural, y si lo vemos así se empieza a relacionar con todas las artes. Creo que en ese punto es donde me interesa incidir de alguna forma”, comentó el artista en entrevista con VANGUARDIA, “Lo que hago yo es utilizar las herramientas de la arquitectura, como la maqueta o los planos, para intentar hacer comentarios que tengan que ver con otras cosas, no me interesa realmente incidir en la disciplina de la arquitectura, no es lo mío”.
Si bien su trabajo suele relacionarse con la arquitectura, comparte que cada vez se acerca más a la literatura, y eso se puede observar en proyectos como “Moby Dick”, “El tesoro de isla negra” y “Querido Tomás, te escribo desde Utopía”, los cuales también han estado marcados por los viajes y el performance como parte fundamental de sus procesos.
“Como artista trabajas con cosas que te interesan y que conoces, que disfrutas. Con esas dos cosas me relaciono mucho. Ahora que estuve revisando mi producción artística de los últimos 20 años te das cuenta que hay años más arquitectónicos, muchas maquetas, cosas así, y hay años donde hay mucha poesía visual, textos. Entonces creo que tiene que ver con lo que andas haciendo y a veces me acerco más a una cosa o a otra, pero en general creo que cada vez me acerco más a la literatura”, explicó.
“Te das cuenta que existen muchas formas de escribir y creo que una de mis características como artista, es que más allá de intentar ser un escritor, porque ya hay y muy buenos, y que no voy a llegar a ese nivel, sino ya estuviera dedicando a la escritura cien por ciento, pero creo que mi papel es encontrar diferentes formas de escribir, que no tengan que ver con los medios tradicionales”, agregó.
Al hablar de lo que implica para él una retrospectiva en este momento de su vida y de su carrera, Mendez Blake destaca el compromiso que surge al ver el reconocimiento que ha generado su obra, mientras que piensa en lo que está por venir.
“Cuando ya inauguras es un sentimiento de nostalgia y hay que seguirle con la otra mitad, porque se supone es una retrospectiva de media carrera. Eso es lo que está, hay cosas que no se enseñaron, podría haber otra versión más ampliada. Y te abre un panorama y genera un reto y compromiso que si alguien pensó que valía la pena exhibir lo que hiciste tienes que responder a ese próximo y que la otra mitad sea el doble de interesante. Y tengo muchas cosas que investigar, ando buscando algo que no sé qué es y eso me da esperanza”, dijo.
El artista, cuya obra ya se puede apreciar en MARCO y estará en exhibición hasta el 6 de octubre, compartió los temas que lo tienen intrigado en este momento y qué planes tiene para el futuro.
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“Me he estado tratando de relacionar más con la escritura como tal. Por ejemplo escribir pequeños diálogos, esta forma de escritura que raya entre lo irónico, el ensayo, el pensamiento filosófico en una cosa tan chiquita, creo que tiene mucho de dónde sacarle. Sigo planeado y continuando el proceso del anfiteatro, pensando ahora cómo hacer un anfiteatro real. Pasar de las esculturas y objetos inanimados a bancas, graderías, productos más ambiciosos que puedan poner en práctica toda esta meditación que he estado haciendo sobre el teatro griego y la experiencia del espectador como comunidad y como generador de democracia, de poesía y de teatro”, concluyó.
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