La ruptura de la FIL de Monterrey
COMPARTIR
El músculo de la Feria del Libro 2022 patrocinada por el ITESM ni siquiera estará cercana a los eventos de hace 30 años.
Dirán solo indicadores positivos. El retorno de la cultura librera a Nuevo León. Con acarreos al nuevo estilo de Movimiento Ciudadano para sus eventos.
El músculo de la Feria del Libro 2022 patrocinada por el ITESM ni siquiera estará cercana a los eventos de hace 30 años.
A la sumatoria, CONARTE incluyó el encuentro internacional de escritores. Tan anodino, tan desangelado, como alojar a los invitados en un hotel de 2 estrellas de la calzada madero.
Además de la desorganización de no pasar por ellos al aeropuerto Mariano Escobedo en la lejana Apodaca Nuevo León. A cuenta de los invitados el taxi.
Mala logística al igual a la Feria. Anotado a cuenta de los noveles vocales, representantes de un gremio alicaído.
Presentaciones de libros con sobrevida de más de dos años. Novedades. Ninguna. Salvo el rey del cash. La zona del estado invitado, Coahuila, convertido dentro de la feria, en cantina ambulante.
Funcionarios, pseudoescritores y periodistas, embrutecidos, degustando las mieles del mezcal de cortesía a raudales. Toda la fauna del vecino estado, en el pináculo de la desfachatez. A eso asistieron a la FIL.
Sumamos a los Moreira, a los Aguilar Camín y a una pléyade de la casta política en sus simulaciones intelectuales.
La FIL rompió, con la anuencia de un grupo de libertarias chilangas, más no capitalinas educadas, como se hacen llamar, las plumas más poderosas de México, y sin disculpa de la organizadora Consuelo Saizar o el ITESM, la cual representa, con la comunidad regiomontana.
Al apoltronarse, sí o sí, en el Indio Azteca, la cantina con 102 años de antigüedad, exclusivo para varones, en su edificio de la calle Madero.
Ese es el gran mérito, por pagar, a la cuenta de Saizar.