Los hallazgos por obras del Tren Maya son el ‘mayor tesoro arqueológico’ en décadas

Durante los últimos años, en los cinco estados que atraviesa la ruta del Tren Maya, se han encontrado desde el disco solar de Chichén Itzá, una escultura de dios del maíz en Palenque, estelas, bajorrelieves, cerámicas, cuevas con restos asentamientos y millones de vestigios de las culturas que habitaron esa zona.

Esto, para el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Diego Prieto Hernández, representa el más grande tesoro arqueológico de las últimas décadas, como lo declaró en una entrevista con la agencia EFE.

“En Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Tabasco y Chiapas hemos descubierto más de 1,4 millones de fragmentos de cerámica, más de 50.000 bienes muebles e inmuebles, como palacios y estructuras, constituyendo el mayor tesoro arqueológico encontrado en las últimas décadas en México”, aseveró Prieto.

Para el funcionario, lo importante es recuperar la información integral y la posibilidad de reconstruir estructuras sociales y del pensamiento de los mayas.

”Por eso pueden tener tanto interés la tumba de Pakal, en Chiapas, que una punta de flecha que hable de presencia antigua de la cultura de esta región”, detalló.

La ‘promeza’ de AMLO

El Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza) derivado del Tren Maya se ha dedicado de manera paralela a los trabajos en la ruta ferroviaria a identificar y rescatar los hallazgos arqueológicos que se han dado, a la par que comenzó a generar infraestructura y servicios para atender a los turistas que llegarán a raíz del nuevo proyecto turístico y de transporte.

Esta labor ha permitido, entre otras cosas, el redescubrimiento de Ichbakal “una ciudad majestuosa de la nación maya que abrirá al público en agosto próximo”, aseguró el funcionario, además de “generar nuevos conocimientos” al respecto de la historia de la región.

A la fecha, al menos una vez por mes, el INAH anuncia el hallazgo de más restos de piezas cerámicas, vestigios de culturas prehispánicas o como mínimo las huellas de asentamientos humanos, algunos que son incluso más antiguos que dichas civilizaciones.

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Así, el instituto ha dedicado buena parte de sus esfuerzos y recursos –se espera que en 2024 reciba cerca de 8 mil millones de pesos– a investigar, recuperar y proteger la memoria maya –y apuntó que es importante saber que la civilización maya no ha desaparecido, pues la constituyen variantes lingüísticas y pueblos que han resistido–, mientras que prepara el terreno para los turistas.

El Promeza ya está preparando una mejor experiencia para los visitantes a esas zonas, incluyendo las redescubiertos “con elementos de interpretación y comprensión del sitio, así como servicios básicos”, que incluye la creación de un Museo de Historia de Yucatán, el cual abrirá en los próximos meses, al cual se sumarán los Museos Arqueológico del Puuc, de Sitio de Dzibilchaltún y Chichén Itzá, donde estarán expuestos al públicos muchos de estos hallazgos.

Con información de EFE.