¿Quién es Matisse? Recordando a un genio de las artes vanguardistas
Con su revolucionario uso del color Henri Matisse cambió la pintura y encabezó una de las primeras vanguardias artísticas del siglo XX: el fauvismo, movimiento ‘de fieras, salvaje’ que él mismo acabaría abandonando, evolucionando... hacia una forma tan personal como inclasificable.
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Nos referimos a ‘El Matisse más desconocido’ en la Fundación Canal de Madrid donde se exhibe una colección de esculturas de figuras humanas, más de un tercio de las que esculpió en su vida el pintor del color y uno de los más influyentes del siglo XX junto a su eterno rival artístico, Picasso. Bajo el titulo ‘Matisse Metamorfosis.
Esculturas y dibujos’, la exposición organizada en colaboración con el Museo Matisse de Niza y el Kunsthaus Zürich, muestra un total de 33 esculturas de las 84 creadas por el artista, al que le gustaba modelar tanto como pintar, según el mismo reconoció en 1913. Matisse fue un entusiasta del grabado y del dibujo ya que eran ellos los que le ayudaban a visualizar el proceso creativo en todas sus etapas.
Hay litografías, un lienzo, fotografías y documentos de la época, en total 66 piezas que dan una visión nueva del artista, muy diferente a la del maestro de color vibrante y estridente de artista fauvista que fue.
El Fauvismo, atrajo a personalidades inconformistas que necesitan liberar de todo lo anterior, no ser sumiso ante la herencia pictórica, cuya intención era liberar el color con respecto al dibujo, ignorar claroscuros y perspectivas, expresar sentimientos... El color es la clave, directamente del tubo, y aplicándolo en toques rápidos y vigorosos, dando una sensación de espontaneidad.
Y Matisse al igual que otros jóvenes que pintaban sin seguir las reglas académicas, como Derain o Vlamick, se dejó seducir por un nuevo y desconocido lenguaje pictórico basado en el uso libre del color, en el vigor expresivo y el rechazo a seguir siendo una mera imitación de la naturaleza.
Juntos expusieron en el mítico Salón de Otoño de 1905, donde el famoso crítico Louis Vauxcelles les denominó despectivamente fauves (salvajes), descalificación que, sin embargo, ellos adoptaron con satisfación. Su Retrato de mujer con sombrero, expuesto en este Salón causó un gran escándalo.
Con aquellas fieras había nacido un nuevo movimiento: el fauvismo. Esos colores enérgicos y contrastados junto con la influencia de la escultura africana y otras culturas primitivas serán denominador común en Matisse, pero llegados los años veinte el artista, de personalidad arrolladora, se serena se vuelve más sensual, dejando desde entonces a André Derain como el epidencento, al menos en lo más radical, a esas «fieras salvajes».
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A Matisse le fascinaba el estudio del cuerpo humano, el desnudo y la naturaleza. Como subraya Eva Tormo, directora gerente de la Fundación Canal “Las siluetas y los perfiles angulosos de sus esculturas femeninas de pequeño formato en la que dominan las figuras agachadas, acurrucadas y encogidas que le sirven para estudiar el cuerpo humano y experimentar”.
Figuras también tumbadas de mujeres relajadas, en las que el autor de ‘La habitación roja’, explora, según la experta, la sensualidad y la intimidad, temas a los que recurre el artista que también plasma el cuerpo de mujeres con los brazos levantados, como en tensión, mostrando así la energía del cuerpo.
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