‘Roma, al final de la vía’; culmina la MET 2020 con un dejo de melancolía
La obra de Daniel Serrano, llevada a escena por Martha Matamoros y Cecilia Vásquez, fue el cierre de la Muestra Estatal de Teatro
La vida de Emilia y Evangelina, dos amigas eternas, está sujeta a los devenires cotidianos de quien vive en algún pueblo pequeño del norte de México; clase baja, machismo y las pasiones humanas que todos disfrutamos y sufrimos, pero es a través de los encuentros a la orilla de una vía del tren, que las vemos crecer y conocemos poco a poco quiénes son, qué desean, y cómo la esperanza de algún día viajar a Roma promete algo distinto en cada etapa, desde la niñez hasta la ancianidad.
Por esto “Roma al final de la vía” es una historia sencilla pero poderosa y es la ejecución sobre la escena la que hace posible este último punto. La obra del dramaturgo sonorense Daniel Serrano fue montada por la compañía Origen Teatro, bajo la dirección de Martha Matamoros, con la actuación de Cecilia Vázquez y la propia directora, y fue reconocida por el jurado de la Muestra Estatal de Teatro 2020 como la obra suplente de esta edición —con “Bubblegum” de Detestable Teatro como la obra ganadora—.
La función se llevó a cabo el pasado jueves 12 de noviembre en el Teatro de la Ciudad Fernando Soler, con la sala mayor a menos del 30 por ciento de su capacidad, siguiendo las medidas sanitarias.
Esta propuesta realista reconoce los puntos con los que el público se sentirá identificado —los primeros encuentros amorosos, los celos, la vejez, el deseo de una vida mejor— y construye sobre ellos la puesta, ambientada en un escenario de impasible, donde un señalamiento y un columpio contrastan su presencia eterna con el crecimiento de los personajes, avance temporal que es siempre anunciado por el sonido del tren —acompañado por una transición con música clásica—, ese que se prometen las llevará a Roma pero que nunca alcanzan a abordar y cuando lo logran, no viajan en él hasta el destino final.
Porque mientras Emilia y Evangelina pierden el tren, la vida sigue, y en sus reencuentros bajo el columpio se ponen al tanto —y le informan al público— de los más recientes acontecimientos; su primera menstruación, su primera relación sexual, la pérdida del interés en el matrimonio y la llegada de la vejez, con las reflexiones y memorias que conlleva. En todo este recorrido Matamoros y Vázquez nunca sueltan la atención del espectador y lo acompañan por la tragedia y la comedia, en un viaje cuyo destino es inevitable que te marque en el trayecto de vuelta a casa, lejos del escenario, pero con la experiencia aún por dentro.
Reconocen al tanto coahuilense
El pasado martes 10 de noviembre se llevó a cabo la premiación de la Muestra Estatal de Teatro 2020, en la que no solo fueron reconocidos los trabajos de Detestable Teatro y Origen Teatro, sino también el de otros artistas de la escena del estado.
Tal fue el caso de Antonio Calderón, quien por su participación en la obra “El yeitotol” de Verónica Maldonado se llevó el premio al Artista Escénico. De manera similar la actriz Andrea Galindo recibió una mención honorífica por su actuación en la obra “La solitaria y tormentosa vida de Gregorio y sus cuadernos” de Juan Antonio Villarreal, así como Mace Medina por la obra “En el desierto no hay sirenas”, de Edoardo Torres.
La MET aún tiene programadas un par de lecturas en atril que se transmitirán durante la semana siguiente en las redes de la Secretaría de Cultura y también llevó a cabo una pasarela de vestuarios, dirigida por Juan Antonio Villarreal, así como una exhibición del trabajo de vestuaristas coahuilenses en el lobby del Teatro Fernando Soler en el marco de la premiación.
Si bien las actuaciones son uno de los fuertes de la obra sin la iluminación serían otra cosa. La labor de Emmanuel Garza fue reconocida también por los jueces de la MET —integrado por Clarissa Malheiros, Ana Laura Herrera y Octavio Michel— con una mención honorífica por el trabajo técnico. La propuesta cimbra a la obra en un otoño eterno, a pesar de que se desarrolla en un poblado desértico de Sonora, gracias a la luz cálida que en su conjunción con el suelo de rocas rojizas y el vestuario de las mujeres, genera una atmósfera que se suma a este acompañamiento relajado por la vida de los personajes.
“Roma al final de la vía” es un proyecto joven al que la pandemia le negó la temporada que se merece, pero que en cuanto llegue ofrecerá al público la mejor bienvenida de vuelta al teatro.