Un viaje sonoro a través del cine para celebrar 25 años del Museo del Desierto en Saltillo

La noche del pasado viernes, el Museo del Desierto celebró un cuarto de siglo de historia, ciencia y cultura con una velada especial que transformó su ya emblemático espacio en un escenario de emociones profundas.

Con una temperatura fresca que invitaba al recogimiento y una atmósfera iluminada por luces tenues y tonos rojizos, la celebración reunió a cerca de 500 invitados especiales, entre los que se encontraban figuras clave como Leticia Rodarte, directora municipal de Cultura, Oscar Pimentel, secretario de gobierno, y Esther Quintana, secretaria de Cultura del Estado, entre otras autoridades e invitados especiales que han colaborado con el museo como, consejeros, artistas, proveedores y colaboradores, quienes se dieron cita para conmemorar este hito en la vida cultural de Coahuila y el norte de México.

Claudia Luna Fuentes, directora de divulgación científica del MUDE, destacó el crecimiento del Museo del Desierto, un lugar que desde su apertura en 1999 se ha convertido en un referente cultural no solo para la región, sino para todo México, y celebró su rol transformador en la comunidad.

“Desde los sonidos, que también son imagen, como el crepitar del fuego y sus promesas en la oscuridad primigenia o desde la atenta contemplación del ave que se abre en sus cantos, desde allí viene nuestro amor por la música y la música es también ese contundente modo de convertir en partituras en el cúmulo de emociones que es el corazón humano”, expresó.

De esta manera la velada, marcada por un concierto protagonizado por la Orquesta Filarmónica del Desierto de Coahuila, bajo la batuta del director Natanael Espinoza, dio inicio. A medida que las primeras notas de Zaratustra, de la película Star Wars comenzaron a sonar, los asistentes fueron transportados a una dimensión en la que la música y el cine se fusionaron de manera sublime.

Las piezas emblemáticas de John Williams, Hans Zimmer y Alan Silvestri, entre otras, evocaron los recuerdos de algunas de las películas más icónicas de la historia del cine y generaron una experiencia sensorial completa, con fragmentos de las cintas proyectados en una pantalla gigante al fondo, permitiendo a los presentes revivir esos momentos épicos en la pantalla grande, acompañados de la impresionante ejecución de la orquesta.

La celebración también fue un tributo a la Orquesta Filarmónica del Desierto, que en enero de 2025 celebrará su décimo aniversario. Natanael Espinoza recordó los primeros días de colaboración entre la orquesta y el museo, cuando la institución les brindó un espacio para ensayar en momentos de dificultad. La conexión entre ambos, más allá de lo profesional, se consolidó con el paso del tiempo, convirtiéndose en una amistad que se reflejó en cada nota de la noche.

Las piezas interpretadas, de las películas Star Wars, Indiana Jones, Jurassic Park e Interstellar, unieron generaciones e historias. Los violonchelos, violines, flautas, clarinetes, trombones y platillos dieron vida a estas melodías, mientras que el director Natanael Espinoza, con sus brazos elevados y movimientos precisos, guió a la orquesta con una maestría que dejó claro por qué la Filarmónica del Desierto es considerada una de las mejores del norte de México.

Al final de la noche, el director general del museo, Arturo González González, agradeció a todos los presentes y especialmente a la orquesta, resaltando la importancia de este aniversario como un símbolo de perseverancia y crecimiento.

En sus palabras, hizo un llamado a seguir celebrando y promoviendo la cultura y la ciencia a lo largo de todo 2025, con una serie de eventos que culminarán el próximo noviembre.

“En estos 25 años, el Museo del Desierto se ha consolidado como un referente nacional para la historia: para entender la historia de la vida y la historia natural de México y de Coahuila. Hemos experimentado un crecimiento muy impresionante de más de 300% y nuestro impacto va más allá de la educación y la cultura. Nuestro compromiso con la vida silvestre de nuestra región es una prioridad, nuestros laboratorios y clínicas veterinarias trabajan incansablemente para cuidar y rehabilitar a muchos animales como los osos atropellados o maltratados y una gran cantidad de fauna silvestre. Hoy renovamos nuestro compromiso con la misión de seguir siendo un faro de conocimiento e inspiración para las generaciones futuras, un lugar donde la ciencia y la cultura y la conservación se unen para crear un futuro mejor”, expresó.

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La celebración culminó con las clásicas mañanitas interpretadas por los miembros de la orquesta como un homenaje sonoro al museo y a todos los que han sido parte de su historia.

De esta manera, con la promesa de seguir creciendo, el Museo del Desierto dio por inaugurado un año lleno de festividades, en el que la ciencia, la cultura y el arte seguirán uniendo corazones y mentes en este rincón del desierto mexicano.