Volverá el coahuilense Julio Galán al Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey

La obra de Julio Galán planteó desde Monterrey y hacia el mundo entero una expresión muy íntima de su identidad, como un hombre homosexual mexicano y norteño. El artista nacido en Múzquiz dejó huella durante los 80’s y 90’s y habría continuado así de no ser porque un derrame cerebral acabó con su vida en 2006.

El Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO) ha expuesto su obra en dos ocasiones, primero en 1994 y luego en 2007, de manera póstuma, y ahora volverá bajo un nuevo contexto ante busca alzarse relevante una vez más.

“Un conejo partido por la mitad”, muestra que se originó en el Museo Tamayo, bajo la curaduría de su directora Magali Arriola, llegará a las salas del espacio regiomontano el próximo 28 de abril no solo con la obra del coahuilense, sino también con piezas de archivo como fotografías, álbumes personales y revistas que ayudan a definir mejor la imagen de este creador.

Obra y autor

La exposición cuenta con 80 obras de Julio Galán, entre las que se encuentra “Cristobal Cabrón” (1988), “El amor nunca entró en mis planes” (1991), “Esperando la llegada” (1983), “Roma” (1990), “Siempre te buscaré” (1982) y “Sácate una muela” (1994), con la que ganó la primera de tres ediciones del Premio MARCO ese año y que ahora forma parte del acervo de la institución.

Asimismo se podrán encontrar 50 retratos realizados por fotógrafos como Graciela Iturbide, Juan Rodrigo Llaguno, Francisco Barragán y Enrique Badulescu, así como álbumes fotográficos que muestran sus vínculos con artistas internacionales de la época como Andy Warhol –de quien se dice le pidió a Galán obra en intercambio pero el pintor se rehusó– y revistas de todo el mundo donde se publicaron entrevistas con él.

Identidades en cuestionamiento

A través de un comunicado de prensa MARCO recalca que esta no se trata de una retrospectiva, sino de una revisión de la obra del artista en el contexto actual, a través de ejes transversales que estimulan lecturas diversas de los temas que aborda en su trabajo como la infancia y la adolescencia, la violencia intrafamiliar, y la identidad de género, así como el despertar del deseo y la represión de la sexualidad.

Estos puntos, que Galán exploró hace casi cuatro décadas en un país donde apenas comenzaban las manifestaciones a favor de los derechos de la comunidad LGBT –espacio en el que además, las discusiones eran muy diferentes–, ahora se ponen sobre la mesa en otro contexto, con la posibilidad de que resalten las situaciones que se mantienen igual, así como aquello que ha cambiado, dándole vigencia a su arte.

Además, la muestra también pretende generar reflexiones en torno a la performatividad en su obra y persona, de ahí que sea pertinente la presentación de retratos a través de la mirada de otros artistas de la época. Estos dispositivos escénicos se ven reflejados en su gusto por el travestismo y el disfraz en general, así como la imagen que creó que de sí mismo para el público.

De Coahuila al mundo

Julio Galán nació el 5 de diciembre de 1959, en Múzquiz, Coahuila y falleció el 4 de agosto de 2006 en Zacatecas. Aunque estudió arquitectura en la Universidad de Monterrey pronto abandonó la carrera para dedicarse de lleno a la pintura.

El reconocimiento a su trabajo comenzó a despuntar con su participación en el Salón Anual de la Plástica, en el Palacio de Bellas Artes, en 1982. Para el año siguiente ya había expuesto en el Centro Cultural Vanguardia, en Saltillo, en la Bienal de Cuba, en La Habana, Cuba y formó parte de la colectiva Confrontación latinoamericana en Lima, Perú.

De 1984 a 1990 residió en Nueva York, donde trabajó en distintas galerías de renombre y conoció a artistas como Andy Warhol, Julian Schnabel, Francesco Clemente y Jean Michel-Basquiat, periodo que le permitió volverse internacional y participar en muestras individuales y colectivas en Suiza, Francia, Estados Unidos, Canadá, Suecia, Venezuela y Países Bajos.