Chuck Norris se retira, para cuidar a su esposa enferma
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Gena O'Kelley, esposa del actor, padece de artritis reumatoide y un serio problema a los riñones. El actor además demandará a farmacéuticas y fabricantes de equipos médicos, por 'envenenar' a su mujer
Carlos Ray Norris, más conocido como Chuck Norris, se alejará de las producciones cinematográficas para enfocarse en la salud de su esposa, quien presenta artritis reumatoide y problemas a los riñones producto de un procedimiento médico.
Según detalló Good Health, la esposa del actor, Gena O'Kelley, se encuentra batallando contra esta dura enfermedad desde el 2013.
Gena O'Kelley, hace alrededor de cuatro años, en medio de un procedimiento médico para el tratamiento de su artritis, recibió tres inyecciones en una semana de un contenido metálico tóxico llamado gadolinio, el que había sido utilizado para mejorar la visibilidad de una resonancia magnética.
La pareja asegura que, tras esas grandes dosis del contenido, la mujer quedó con problemas en sus riñones, los cuales al parecer han ido empeorando mientras pasa el tiempo. Ambos además ya han gastado cerca de 2 millones de dólares en los tratamientos contra las enfermedades de Gena.
Va contra las farmacéuticas y fabricantes de equipos médicos
Chuck Norris es famoso por sus peleas en la pantalla, que raras veces pierde. Y ahora el actor ha emprendido una nueva batalla, aunque esta vez sus enemigos son farmacéuticas y compañías fabricantes de equipos médicos. El intérprete de acción ha interpuesto una demanda contra 11 compañías porque asegura que un componente químico utilizado para una resonancia magnética ha envenenado a su esposa, la modelo Gena Norris, con quien lleva casado 19 años.
En la denuncia, interpuesta este miércoles en la Corte Suprema de San Francisco, Norris asegura que el gadolinio inyectado a su esposa como agente de contraste para mejorar la claridad de las imágenes del escáner la han dejado débil y cansada. Además padece desde entonces episodios de dolores intensos y sensación de ardor en su cuerpo, lo que la ha llevado a ser ingresada en varias ocasiones. La demanda, en la que acusa a los fabricantes del gadolinio de conocer los riesgos de su utilización y de no informar correctamente a los pacientes de ellos, solicita 10 millones de dólares de indemnización por daños y negligencia médica, y en ella Chuck Norris también afirma haberse gastado al menos dos millones de dólares en el tratamiento de Gena, de 54 años. Hace cinco años, la modelo se realizó tres resonancias magnéticas en una sola semana a causa de su artritis, y desde entonces padece los dolores.
“Lamentablemente, la vía judicial es la única vía de acción que tenemos para responsabilizar a las compañías farmacéuticas por amenazar la vida de tantas personas inocentes”, ha dicho Gena Norris en un comunicado tras la denuncia interpuesta por su marido en su nombre. “Estas compañías siguen diciendo que no hay ningún vínculo entre el gadolinio y los efectos adversos, aunque la evidencia de que este metal se queda en el cuerpo durante años es sobrecogedora”, añade.