‘¿Cómo no me van a dejar entrar?’, el día que Pedro Almodóvar se quedó afuera de los Premios Oscar
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Fue gracias a Pedro que Penélope incluso fue premiada en el Festival Internacional de Cine de Venecia por ‘Madres Paralelas’, el nuevo título del exitoso cineasta español. ¿Qué ha mantenido unidos a estos dos por más de una década? Él se lo dice a VMÁS...
Es imposible imaginar la carrera de Pedro Almodóvar sin Penélope Cruz. De la misma forma que es imposible imaginar a Penélope Cruz con un Oscar, en Hollywood, sin la mano de Pedro Almodóvar. Y fue gracias a Pedro que Penélope incluso fue premiada en el Festival Internacional de Cine de Venecia por “Madres Paralelas”, en un título que deberíamos corregir como “Carreras Paralelas”.
-¿Se volvió una costumbre ver una película de Pedro Almodóvar con Penélope Cruz? ¿Al momento de escribir un guion ella es tu musa inspiradora o te llama todo el tiempo para pedirte que la tengas en cuenta?-
“Penélope (Cruz) no me bombardea con pedidos por teléfono, para trabajar conmigo. Pero yo sí sé que ella está esperándome en su casa y si escribo un guion, ella es la primera destinataria. Es cierto que cuando escribo un personaje que está alrededor de su edad, es la primera actriz a la que se lo propongo y le mando el guion”.
-¿Cambió en algo la relación a lo largo de tantos años?-
“De un modo natural, nuestra relación se ha ido alimentando de algo real que es el resultado del trabajo, el resultado de la experiencia. Eso es una enorme ventaja a la hora de pensar en ella. Tampoco indica que en el rodaje no ocurran cosas, porque el rodaje es algo que está muy vivo y yo tengo que adaptarme a la circunstancia y lo nuevo que vaya apareciendo”.
Entre pregunta y pregunta, vale la pena recordar la experiencia personal de haber vivido uno de los mejores momentos en la historia del cine de Pedro Almodovar y Penélope Cruz. Fue en el año 2000. La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas había nominado como Mejor Película Extranjera a “Todos Sobre Mi Madre”. El año anterior, él ya había sido nominado por “Mujeres al Borde de Un Ataque de Nervios” cuando perdió frente a Dinamarca con “Pelle, El Conquistador”. Y esta vez, Francia había sido la favorita por ganar el Globo de Oro con Catherine Deneuve en “East / West”. Pero en un momento en que Antonio Banderas y Penélope Cruz recién habían surgido en Hollywood, la Academia los había elegido para abrir el sobre del ganador de esa categoría, como una señal de premio consuelo para el cine español.
En ese entonces, yo había tenido la suerte de ser el productor ejecutivo de la transmisión del Oscar para Argentina y había sacado de la sala a la argentina Cecilia Roth, para saludar en vivo a sus compatriotas que veían la ceremonia por TV. Y Pedro, que estaba sentado con ella, aprovechó el momento para ir al baño. El problema fue al volver. Las puertas de la sala estaban cerradas y se negaban a abrirlas hasta el siguiente corte comercial. Unos dobles incluso habían ocupado los lugares de Pedro y Cecilia, para que no se vieran vacíos. No había forma de romper las reglas. Pero claro, en ese entonces, no conocían a Pedro Almodovar... todavía. A los gritos, él empezó a quejarse “Viajé 10.000km y más de diez horas de vuelo para estar ahí dentro. ¿Cómo no me van a dejar entrar cuando abran el sobre de mi nominación? Soy Pedro Almodóvar”. Había un problema, claro. Estaba gritando en español y los acomodadores y el personal de seguridad no entendían una sola palabra. Pero los gritos llamaron la atención de la Academia que al reconocerlo pidieron que los dejaran entrar. Justo a tiempo. Diez minutos después, Penélope abría el sobre del ganador, con su marcado acento español al decir “And the Oscar goes to...” seguido por el grito a todo volumen “Pedroooo”. Las cámaras mostraban incluso a Meryl Streep aplaudiendo con una sonrisa, mientras Almodóvar le daba un beso a Cecilia Roth y subía al escenario para recibir el Oscar, su primer Oscar, entregado en un abrazo doble con Antonio Banderas y... Penélope Cruz.
-¿Qué tiene de especial Pénelope Cruz, para la dirección de Pedro Almodóvar?-
“A Penélope primeramente la admiro muchísimo como actriz, pero es muy importante saber que nos entendemos, que hablamos el mismo lenguaje. Y yo, sabiendo que soy exhaustivo como director, sé que ella me va a entender lo que le pido y, sobre todo, que va a intentar hacerlo todas las veces que sea posible. Hay dos elementos que me hacen siempre confiar en Penélope además de su belleza obvia, evidente y su fotogenia. Ella tiene una fe ciega en mí, tiene la misma fe que yo tengo en mí mismo. Eso te da un enorme valor, te hace atreverte más. Después también, es muy trabajadora. No va a escatimar tiempo para entregarme todo lo que sea necesario que yo le vaya pidiendo para los ensayos de una película”.
-¿Qué le pediste en ‘Madres Paralelas’?-
“En esta película ella es una madre muy particular y al ser el papel más complejo que he escrito para ella, yo necesitaba tener resuelto el problema de la interpretación antes de rodar. Entonces, con ella y con Milena (Smit) que comparte la mayor parte de su personaje con Penélope, hemos ensayado más de una vez todo el guion. Y al salir a rodar, ya sabíamos perfectamente lo que íbamos filmar”.
-¿Para un director que siempre resaltó en el cine a la madre perfecta, cómo es que elegiste dar una vuelta la página para contar con Penélope Cruz la historia de una madre imperfecta como ‘Madres Paralelas’?-
“Es que ahora me interesan más las madres imperfectas y cuestionables que atraviesan períodos muy difíciles de resolver, simplemente porque las madres anteriores eran todo lo contrario. Las madres anteriores estaban inspiradas en mi propia madre, en las figuras femeninas que me educaron cuando niño. Yo viví rodeado de mujeres con mi madre y las vecinas. Todas las madres omnipotentes que he puesto en mis películas venían de esa primera educación, pero el personaje de Penélope, cuánto más complejo surgía, más me interesaba como director porque también significaba una novedad para mí. También es cierto que lo he hecho más difícil, pero en efecto, con mi experiencia con las madres reales de mi vida, he encontrado alguna que no tenía, por ejemplo, instinto materno, o las he encontrado de muchos tipos, siempre madres abnegadas. En este caso, por una cuestión de novedad, me interesaba más este tipo de madres imperfectas”.
En “Madres Paralelas”, Pedro intenta ilustrar un país de madres solteras, con mujeres que recogen los platos sucios de los hombres, incluyendo las guerras sucia de una dictadura. Penélope Cruz es justamente una de esas madres imperfectas, planteando la necesidad de contar la verdad como la única forma de cerrar las heridas. Y hasta en la realidad abrió debates paralelos, como cuando mostraron el título “Madres Paralelas” por encima de la foto de un pezón lactante, con un poster que fue borrado de Instagram por las reglas del sitio sobre desnudos aunque... no lo hubiera hecho si en la foto hubiera estado un hombre. Aquella fue otra ‘película’, que desencadenó un escándalo mundial de desigualdad de género con el lema #freethenipple, donde Instagram y Facebook tuvieron que disculparse. Pero además de la maternidad, en el cine también abarcan el tema de los desaparecidos en la Guerra Civil española, señalando a Penélope como la bisnieta de uno de esos tantos desaparecidos, reuniendo los dos temas con la solución en común de las pruebas de ADN, para dirigir uno de los guiones más políticos de Pedro Almodovar
-¿En ‘Madres Paraleas’ abriste el debate de hablar por primera vez en el cine de una memoria histórica de los desaparecidos durante la dictadura de España?-
“La memoria histórica es un tema pendiente en nuestro país. Creo que la sociedad española tiene una deuda enorme con las familias de los desaparecidos, de esas personas que están enterradas en fosas, en lugares indignos. Yo he sido siempre muy sensible a este tema y justamente en el momento que empezamos a hacer la película, no era un tema del que se hablara en la prensa. Hubo una ley de memoria histórica en el 2007 con Zapatero pero era muy incompleta. No tenía dotación económica y las pocas exhumaciones que se hicieron eran siempre por iniciativas privadas. Entonces, meramente para darle visibilidad a este tema, y también porque creo que en España, después de 85 años, hasta que no se pague esa deuda con los desaparecidos no podremos cerrar definitivamente todo lo ocurrido en la Guerra Civil. Ahora son la generación de los nietos. Ahora son los nietos los que piden la exhumación. Algo que sorprendió muchísimo a los relatores de la ONU que vinieron a España para indagar sobre este problema. Esto fue en el 2014 y no entendían que fuera una generación nacida ya en la democracia quien preguntara por sus ancestros”.
-¿Y por qué crees que no se habló antes?-
“La explicación es muy sencilla, durante toda la dictadura, las personas que padecieron estas pérdidas, tenían mucho miedo, un miedo que se convirtió en algo patológico y que les impedía hablar. En las casas españolas, en la mía por ejemplo, nunca se habló de la guerra. La guerra era algo que tenía traumatizada a nuestra sociedad. Pero, lo que sí hubiera sido deseable, es que cuando la democracia española llega en el 78, en ese momento se hubiera planteado el problema. Pero no fue así. Esto hace un poco más imperfecta la Ley de Amnistía que, aunque es cierto, nos llevó a dar nuestros primeros pasos en la democracia, pero ningunearon y condenaron a los desaparecidos a la no existencia. Eso es lo que previamente les había condenado Franco”.
-Federico García Lorca es justamente uno de los tantos desaparecidos, que no se sabe donde está su cadáver ¿Algunas de sus obras te influenciaron hasta cierto punto?-
“Para mí Lorca ha sido siempre una inspiración. Él es nuestro desaparecido más ilustre y más conocido fuera de España. Esa es una de las razones por la cual él aparece a través de “Doña Rosita La Soltera”. Yo no he hecho nunca teatro pero cuando hacía “Súper8” en los años 70s, hice alguna versión, donde también traicionaba alguna de las ideas de Lorca de “La Casa de Bernarda Alba”. No sólo eran mujeres, ahí había también algún hombre”.
-¿Por qué crees que el cine español no suele reflejar la cruda realidad histórica de España?-
“Es cierto que nuestra sociedad, no tiene una buena relación con nuestra historia inmediata. El cine tampoco. Si miramos el cine que hemos hecho durante los últimos años, ha costado mucho trabajo hacer alguna película sobre ETA o sobre problemas que han afectado a nuestra sociedad. Lorca también demuestra un poco algo que también dijeron los relatores de la ONU cuando vinieron a España, que es la mala relación que tiene el español con respecto a su historia reciente. Leonard Cohen por ejemplo, además de ponerle Lorca a su hija, lo cual es un detalle, no entendía, colaboró con Enrique Morente en algo, vino a España para eso, no entendía cómo podía ser que el gran poeta español por excelencia estuviera desaparecido y que la sociedad española no supiera... supongo que es un problema complejo, no se preocupara por buscarlo de algún modo”.
-¿También quisiste mostrar en el cine a quienes niegan esa realidad?-
“Yo quería, agregar una frase que había visto en televisión, que todos los medios de comunicación habían recogido. Y era una frase brutal dicha por un presidente del gobierno, diciéndolo como jactándose de ello cuando hablaba de los presupuestos, estamos hablando de Mariano Rajoy, el anterior Presidente de Gobierno del Partido Popular, cuando dijo lleno de orgullo que para la memoria histórica había dedicado cero euros. Esto me parece el colmo de la torpeza viniendo de alguien que preside un gobierno y un insulto superlativo”.
-¿El cine puede cambiar la forma de pensar de la gente?-
“Es una de las ventajas que tiene el cine. Nos sobrevive a los que lo hacemos y también a los que lo ven. Y al menos en esta película él va a estar eternamente vinculado a esa frase de tan mal gusto y tan dañina. Y con respecto a la reacción de la ultraderecha española que reacciona a cosas que nunca se ha reaccionado en España, yo he decidido no darme por aludido, no porque eso signifique rechazar una batalla con ellos sino porque, en cualquier caso, esa batalla no va a existir porque el medio donde la llevaríamos estamos condenados a no entendernos”.
-‘Madres Paralelas’ es tu historia más política del cine ¿Cómo te llevas en la realidad con la clase política de España?-
“España está muy crispada, sobre todo la clase política está más crispada que nunca. Eso es el reflejo, es mimético de que hay un partido que dice cosas que nunca se han dicho, que dice cosas normalmente que caen ya dentro de la ilegalidad y lo anticonstitucional y ha convertido el Congreso en un lugar donde nunca habíamos visto que profesionales de la política se comportaran con tal vulgaridad y de un modo tan bajo. Es como si vivieran en un mundo... paralelo a la realidad”.