‘Cuando lo (a Juan Gabriel) escucho lloro y lloro hasta que se me secan las lágrimas’
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Jóvenes y mayores empezaron a llegar desde la madrugada del lunes a los alrededores de Bellas Artes para recibir las cenizas del Divo de Juárez, fallecido de un infarto en su casa de Santa Mónica, en California
MÉXICO.- Si en vida Juan Gabriel ya era todo un mito, la muerte no hace más que agrandar la leyenda del artista que con su música consiguió unir a generaciones de mexicanos.
Jóvenes y mayores empezaron a llegar desde la madrugada del lunes a los alrededores de Bellas Artes para recibir las cenizas del Divo de Juárez, fallecido de un infarto en su casa de Santa Mónica, en California.
Carlos Flores, de 15 años, dijo que en “su corta vida” Alberto Aguilera, nombre real de Juan Gabriel, ha significado “demasiadas cosas”.
“Amor eterno”, por ejemplo, le recuerda a la muerte de su padre cuando él tenía diez años. “Cuando la escucho, lloro y lloro hasta que se me secan las lágrimas”, afirma este joven llegado de Ciudad Juárez.
TODO UN CHARRO
“Qué novios no se han dedicado cuando se enamoran canciones de Juan Gabriel, o cuando se separan; qué madre no ha llorado con ‘Amor eterno’”, una canción que también “se ha utilizado cuando se despide a un ser querido”, argumenta por su parte José Antonio Serafín.
Serafín lleva un traje de charro que recuerda cómo el artista también es un emblema de la canción ranchera.
La imagen de Juan Gabriel con el sombrero de charro se repite entre la marea de objetos que los seguidores portan mientras esperan en la fila.
Más veterano, Jesús Badillo enseña orgulloso una pancarta en la que ha escrito una canción de su propia creación. La compuso para Juan Gabriel, “para entregársela en uno de sus conciertos”, y aunque ya no se la pueda dar en persona, quiere tributársela en su homenaje. “De todas maneras en su honor la traigo”, dice.