Cuarentenas privilegiadas e 'instagrameables': los famosos en tiempos de COVID-19
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Las estrellas han convertido su aislamiento en contenido popular para las redes sociales, pero también en un peligro para sus seguidores
Hace unas semanas, la presentadora Ellen DeGeneres se convirtió en tendencia en redes sociales al expresar su dolor y aburrimiento por encontrarse en cuarentena y aislada en su enorme mansión en Los Ángeles. DeGeneres compartió su trsiteza a través de una imagen desde su kilométrico jardín frente a una piscina infinita, por ello, una seguidora replicó asegurando que con ese video había ofendido a más de una persona, pues no todos tenían la ventaja de mantenerse confinados con tantos privilegios.
Pero Elle no ha sido la única celebridad que más que envidiada ha recibido miles de críticas, también la mansión de Jennifer Lopez y del beisbolista Alex Rodríguez se ha convertido en tendencia, ambos pasan el confinamiento en familia jugando voleibol en sus gigantescas canchas. Elsa Pataky enseña yoga con un impresionante horizonte a sus espaldas y Justin Timberlake mantiene la ‘Sana Distancia’ en la mitad de un paisaje nevado rodeado de grandes montañas.
El comentario más criticado lo hizo Madonna, que calificó al COVID-19 como igual para todos. “A este virus no le importan lo rico, famoso, gracioso o inteligente que seas, ni dónde vives, ni tu edad, ni las historias increíbles que puedas contar”, afirmó mientras se bañaba desnuda, rodeada de pétalos de rosas en una estancia casi más amplia que muchas de las viviendas en las que residen sus fans. Pero la exhibición de cuarentenas privilegiadas, que abundan estos días en las redes sociales, no solo la generan las estrellas.
Marie-Claire Chappet, periodista de la Revista Glamour, ha acuñado un nuevo término para referirse a esta tan reciente como irritante tendencia en las redes: ‘Smugsolation’, un juego de palabras en inglés que podríamos traducir como ‘presunción durante el confinamiento’. “Es el acto de confinarse a sí mismo durante una crisis global en una ubicación envidiable con comida carísima, alcohol y/o mascotas adorables y un gran espacio exterior, incluyendo el presumir en redes sociales la mencionada situación”.
La moda cada vez cuenta con más adeptos y es casi imposible recorrer Instagram sin toparse con alguien que, por ejemplo, muestre su altruismo y resiliencia en estos difíciles momentos descorchando una botella de tinto en su jardín, o en el patio si no tiene jardín, o en la terraza si no tiene patio, o en el balcón si no tiene terraza. “Ahora que las publicaciones sobre viajes se han difuminado con la pandemia, y las colaboraciones de moda y mensajes patrocinados están en declive, las influencers han apostado por convertir la reclusión en contenido de Instagram”, añade Chappet.
UNA BRECHA SOCIAL EN INTERNET
Estas imágenes de opulencia también tienen un efecto en nuestro ánimo y autoestima, ya suficientemente golpeados por el encierro y los terribles datos de contagios y fallecidos que se comunican cada día. “A veces, para elegir quiénes queremos ser tomamos como referencia ejemplos externos. Lo que vemos en algunos perfiles de redes sociales está muy lejos de nuestras realidades, así que si lo tomamos como objetivo la brecha entre quiénes somos y quiénes queremos ser va a ser muy grande. Esta es una distancia que puede generar desesperanza y afectar a la valoración que hacemos de nosotros mismos”, explicó Leire Villaumbrales, psicóloga y codirectora de la clínica Alcea Psicología.
Al igual que tendemos a romantizar a criminales sanguinarios, pero carismáticos, cuando sus vidas dan el salto a la ficción, muchos parecen empeñados en buscar una pizca de glamour en una situación de crisis global. Hadley Freeman, periodista y escritora, pedía en The Guardian que se detuviera la exhibición de vidas privilegiadas en estos tiempos a raíz de una publicación del productor David Geffen, aislado en un lujoso yate.
“Aquellos que llevan demasiado tiempo en las redes sociales tienen arraigado en su instinto el hacer saber a la gente que viven una vida mejor que la de ellos. Esto puede parecer ilógico, porque todos sabemos que en realidad estamos viviendos este momento más o menos igual. Pero ese instinto es especialmente fuerte en tiempos de estrés y ansiedad, en los que nadie sabe si está haciendo lo correcto y quiere mostrar que valen mucho más. ¿Y sabes cuál es una gran forma de sentirte mejor con tu situación? Hacer que otra gente se sienta mal con la suya”, agregó la psicóloga, quien aconsejó mejor disfrutar estos días en familia y en casa, sea comos sea. (Con información de El País y EFE)