‘Game of Thrones’ recapitulación final
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Un desastroso final que los seguidores no se merecían
Esto no fue por lo que les pagamos.
Cuando se estrenó “Game of Thrones”, hace ocho años, fue instantáneamente claro que se trataba de una serie diferente. Era una historia que rompía las convenciones del género fantástico y tampoco estaba esclavizada a éste. Sí, la serie se basó en los libros de George R. R. Martin y con esta llegaron a la pantalla de televisión capítulos como cuando Ned Stark literalmente perdió la cabeza o el de la Boda Roja, cuando matan a Robb y a Catelyn. La tragedia se volvió una moneda de identidad de la serie, así como los dragones y las batallas.
Pero ese no es el programa que transmitió su final la noche del domingo. En el episodio final, “El Trono de Hierro”, el espectáculo era irreconocible. Era todo prácticamente un cliché. Todos los personajes que quedaron de pie recibieron una poco de sacarina. El cierre es una cosa, pero la complacencia es completamente otra.
“El Trono de Hierro” hubiera sido un buen final para un tipo diferente de programa de televisión. Habría sido un aterrizaje satisfactorio para una serie que había calentado corazones durante mucho tiempo. Pero a lo largo de los años, “Thrones” fue una historia en la que los buenos no ganaron y los malos no recibieron su merecido. El mundo que construyeron los escritores no era justo, y la buena gente sufrió sin razón alguna. No fue un tema particularmente atractivo, pero fue una de las razones por las que la serie se convirtió en un éxito tan grande; por qué se sentía relatable a pesar de su configuración de otro mundo. Nunca fue un cuento de hadas. Era tan desordenado y roto como es nuestro mundo hoy.
“El Trono de Hierro” es un episodio que se convertirá en uno de los finales de serie más controvertidos de todos los tiempos. Para muchos fans, es probable que sea suficiente. Todos los que eran buenos obtuvieron su recompensa. Dany consiguió su recompensa. E incluso se puede argumentar que, al ir para su final feliz subvirtieron las expectativas de todos los que esperan un baño de sangre.
Pero eso no es lo que hizo el “Trono de Hierro”. No se desvió con gracia hacia otro carril, se lanzó hacia un precipicio. Y volver a mirar la serie nunca será lo mismo.