Hay cosas que no me gustan, Eso no significa que no tengan valor para otras personas. Como decía la comadre, ‘cada quien sus ansias’

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/ 10 agosto 2025

Paso con frecuencia por un atajo para llegar del área de Costco a mi casa. En la vuelta a la derecha para tomar el camino que cruza un fraccionamiento hay una casa. La casa es una casa fea. Le falta mucho mantenimiento, cosa que no afecta a mi opinión. El diseño de la construcción es feo. Al declarar eso me doy cuenta de que estoy expresando algo que me sucede a mí. Hay personas a quienes les gustará esa casa.

Ayer vi una fotografía en redes sociales. El fotógrafo que la presume habla de la composición de colores y cuanta cosa que admitidamente no entiendo. Sin embargo, no me gusta la foto. Para mí, está mal hecha.

Es muy fácil decir que algo es feo, que no sirve, que no es bueno, que no se ve bien. Lo que no es tan fácil es dar cabida al hecho de que a otras personas les gustará aquello y hasta lo festejarán. Si la casa fuera para mí, no sería adecuada. Si la foto fuera para mí, no la aceptaría. Eso no significa que el trabajo hecho no es bueno. ¿A qué voy con tanto mentar de casa y foto? A que no tengo la autoridad de designar bueno y malo de manera generalizada. Solo lo tengo para expresar lo que me gusta y lo que no.

Sin embargo, vemos y atestiguamos discusiones y conflictos mayores a causa de “lo que es o no aceptable”. Hasta del frío y del calor. Juzgamos a quienes opinan de una manera que no concuerda con la nuestra, y nos encargamos de repartir chismes y formar bandos.

¿Será que en algún momento podré expresar mi opinión así tal cual? Y tal vez más aún, escuchar las opiniones de otros y sus razones por pensar así. Hace tiempo hubo un concurso de pintura. Anunciaron el ganador y no tardaron las críticas, muy severas por cierto. Quise saber más y le pedí a un amigo, conocedor de arte, si él creía adecuado el dictámen de los jueces. Dijo que sí. Le pedí que me llevara al lugar de la exposición y que me explicara. No solo me explicó el fallo, quedando yo de acuerdo desde el nuevo criterio que adquirí, sino que me explicó porque me gustaban y disgustaban ciertos cuadros. Maravilloso, ¿no? Y lo hizo sin criticar el gusto de nadie.

Nacida en Detroit, MI el 25 de mayo de 1956. Residente de Saltillo desde 1974. Maestra y traductora por necesidad. Psicoterapeuta, empresaria, poeta, actriz y administradora de Foro Amapola porque la vida es dinámica. Madre de 4, abuela de 5. En 18 años de formación como psicoterapeuta ha hecho especialidades que incluyen terapia psico-corporal y Gestalt. Idealista insistente y ser humano en constante movimiento.

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