La ciencia demuestra la evolución en la música de Queen
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Un experimento arrojó resultados visibles sobre la variedad de géneros que la agrupación inglesa exploró.
Hace unos años los investigadores Joe George y Lior Shamir, expertos en ciencias computacionales, propusieron un método cuantitativo y automatizado para analizar las similitudes entre diferentes álbumes de un grupo musical
La pareja de científicos tomó prestados los árboles filogenéticos que en biología permiten observar qué tan próximas o distantes son las relaciones evolutivas entre especies con una ascendencia común.
Entre más separadas se hallen las ramas del tronco de este árbol, significa que el genoma (el conjunto de todos los genes) de las especies en tales ramas difiere más del correspondiente a las especies más cercanas al tronco común.
Aplicado en el terreno musical, un árbol filogenético permite percibir, a primera vista y sin necesidad de ser un melómano experto, la "evolución" de un grupo musical: qué tanto fue alejándose o bifurcándose la propuesta de cada álbum con respecto a la de los otros.
Si se tienen los árboles filogenéticos de diferentes grupos musicales, también es posible comparar visualmente la complejidad —en términos de diversidad, dada por el número de ramificaciones y la distancia entre éstas, si en todos ellos se usa la misma escala— de cada banda.
En su análisis computacional, George y Shamir tomaron todos los álbumes grabados en estudio de los Beatles, Queen, ABBA, Tears for Fears y U2 y con ayuda de herramientas matemáticas determinaron el espectrograma de cada canción de cada álbum (el espectrograma muestra la intensidad de cada una de las distintas frecuencias presentes en una canción y puede considerarse como una representación visual de esta última).
Armados con estos espectrogramas, es posible medir la similitud —en términos de una distancia— entre una canción C y un determinado álbum A, y la similitud —es decir, la distancia— entre un álbum A y otro Z.
Repitiendo el procedimiento para todos los álbumes de Queen, se obtiene una matriz —un arreglo de números en renglones y columnas— de similitudes —distancias— que puede representarse gráficamente con los árboles filogenéticos.
De manera análoga al caso de las especies biológicas, la mayor o menor distancia entre ramas indica mayor o menor similitud entre álbumes, y la mayor o menor ramificación indica el grado de variación en el estilo de cada grupo musical.
Para verificar qué tan bien funcionaba su método, George y Shamir lo probaron con uno de los grupos cuya evolución musical es de las mejor conocidas: los Beatles. En la parte derecha del árbol están los álbumes más antiguos, siendo muy similares Please please me, With the Beatles y A hard day’s night, en tanto que los más recientes se hallan en el extremo izquierdo del árbol y ahí se agrupan los psicodélicos como Revolver, Sargent Pepper’s Lonely Hearts Band Club y Yellow Submarine, lo que significa, hablando únicamente desde el punto de vista de su evolución musical, que no perdemos mucho si removemos, por ejemplo, Revolver o, en todo caso, perdemos mucho más si hacemos de cuenta que nunca existió Let it be a la hora de estudiar los diferentes estilos adoptados por los Beatles a lo largo de siete años.
En comparación, el árbol filogenético de Queen muestra que en el triple de tiempo esta banda experimentó con más estilos, más alejados unos de otros que los Beatles, y la música que permitía reconocerlos en su primer álbum homónimo es muy distinta a la que los caracteriza en A night at the Opera; ambos álbumes son, además, muy diferentes tanto entre ellos como con relación a lo que escuchamos en Made in heaven, su última creación terrenal.