La esencia sin límites de Gonzalo Vega
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Ayer el cáncer le arrebató a México uno de sus talentos dramáticos más importantes, el actor Gonzalo Vega murió dejando un legado firme de más de 60 filmes en los que además de proyectar su amor por México, exploró los límites humanos, políticos y sociales
El macho de una película feminista
El debut en el cine de Gonzalo Vega fue en un papel secundario dentro de la película ‘Las pirañas aman en verano’. La historia basada en la novela homónima de Hugo Arguelles fue llevada al cine por el director Francisco del Villar, en 1969, protagonizada por Isela Vega y Ofelia Medina. La película sexualmente explícita que critica el machismo, habla sobre una peculiar familia de mujeres que tienen que enfrentar la vida solas luego de que el patriarca cayera en el tanque donde criaban un tiburón. Vega interpretaba a Chevo, un pescador que paga con su vida el intentar aprovecharse de una de las hijas.
Sin miedo
Uno de sus papeles más recordados en la historia del cine fue Pancho en ‘El lugar sin límites’, una historia basada en la novela del mismo nombre escrita por José Donoso. Bajo las órdenes de Arturo Ripstein, en 1978 Gonzalo Vega encarnó a Pancho, un agricultor, protegido del cacique, cliente asiduo de un prostíbulo atendido por un travesti (Roberto Cobo) y su hija (Ana Martí). En la película, en la que también participaron los coahuilenses Fernando Soler y Carmen Salinas, los personajes principales se encierran en un triángulo amoroso que revela el miedo a la homosexualidad y cómo se traduce en violencia homofóbica. La interpretación de Vega y Cobo les valió las preseas a mejor coactuación masculina y mejor actor en los Arieles, además de ser un éxito en taquillas.
Cuando el lobezno se defendió
En 1986, el actor participó en una de las telenovelas más celebradas de México ‘Cuna de Lobos’. Esta vez Vega se puso en la piel de José Carlos Larios Creel, el sobajado hijastro de la villana más memorable de la televisión Catalina Creel. En la historia escrita por Carlos Olmos, producida y dirigida por Carlos Téllez Gonzalo tiene que cargar con la culpa de haberle sacado el ojo derecho a su madre al ser niño, cuando jugaba con un trompo. A lo largo de la novela, José Carlos tiene que esquivar las trampas con las que Catalina Creel busca evitar que reciba su parte de la herencia familiar que incluye un próspero negocio farmacéutico. Entre las partes que quedaron más grabadas en la memoria colectiva está el enfrentamiento entre José Carlos y Catalina en el que le dice que sabe que inventó el accidente de su ojo, la acusa de haber matado a su padre y cierra el duelo diciéndole: “espero que sepas que entierra de ciegos no siempre el tuerto es rey”.
¿No es cierto ángel de amor…?
El clásico de José Zorrilla ha sido modificado y hasta reinventado, pero Gonzalo Vega siempre fue fiel a las líneas clásicas. Durante 30 años el actor interpretó al seductor de Sevilla en diferentes escenarios y con diferentes colegas, incluyendo a sus hijas Zuria y Marimar, esta última debutó en los escenarios como ‘Doña Inés’ a los 17 años con el respaldo de su padre. Ellas lo acompañaron también la última ocasión que revivió este drama español en el Teatro De La Paz en San Luis Potosí, durante la celebración del aniversario 120 del recinto.
Sexo y política
La obra fue creada originalmente por los dramaturgos Jean-Jacques Bricaire y Maurice Lasaygues a principios de los años ochenta, pero no fue hasta 1991 cuando el montaje llegó a México con Gonzalo Vega como protagonista. Adaptada al contexto temporal, entre la comedia y la sátira, con el respaldo de los personajes Martin y Martina criticó los mandatos de Carlos Salinas, Ernesto Zedillo y debido al acento norteño resultó particularmente cómico cuando se integró al guion las bromas sobre la transición de Vicente Fox. Felipe Calderón tampoco se salvó y sobre el mandato de actual Martina declaró: “Ya estate quieto Peña Nieto, la única Reforma que queremos es la sexual ¿O no raza?”. Desde 1997 el montaje mantuvo el Record Guinness por el número de cambios de vestuario, tarea en la que el vestuarista y actor David San Miguel fue clave.
El mejor padre
Tras retirarse en 2010 de los escenarios debido a la enfermedad que terminó venciéndolo, el actor regresó en el 2012 al plató bajo las órdenes del director Gary Alazraki para interpretar a Germán, el padre de “Los Noble”, un millonario por mérito propio que se da cuenta que no “enseñó a pescar” a sus hijos por lo que finge estar en banca rota para hacer que aprendan a ganarse la vida. El director, además de halagar el talento del actor, habló sobre la fuerza que tenía el actor para enfrentar sus problemas de salud: “Lo vi batallar con su enfermedad, antes, durante y después de la película, pero además pude ver de cerca el amor que le tenía a su carrera y a sus hijas y creo que 'Nosotros los nobles' es en gran medida él, por el corazón y el amor que le puso a la película y sé que peleó mucho”.