'La posibilidad de elegir es un lujo muy poco usual en este negocio': Chris Pine
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El actor actualmente protagoniza junto a Gal Gadot la más reciente entrega de Wonder Woman, que está recibiendo buenas críticas de expertos y público por igual
El dicho popular dice que “detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer” y en el caso de Chris Pine, se trata de una verdadera Mujer Maravilla. Y detrás del rol del único ser humano que consiguió el eterno amor de Wonder Woman, vuelve con un nuevo capítulo de la primera superproducción ‘Wonder Woman 1984’ y el ‘maravilloso’ estreno simultáneo en la nueva plataforma de streaming HBO Max, al mismo tiempo que las pocas salas de cine disponibles.
¿Sin contar a ‘Wonder Woman’, cuál de todos tus roles en el cine consideras como el más... maravilloso?
"Supongo que fue ‘Star Trek’".
¿Lo más maravilloso que pasó entre el éxito de ‘Star Trek’ y ‘Wonder Woman’?
"Supongo que yo tuve mucha suerte en mi carrera, trabajando constantemente. Me siento muy afortunado en ese aspecto, pero la oportunidad de poder decir “no” y la posibilidad de elegir es un lujo muy poco usual en este negocio. Tampoco sé cuanto tiempo puede durar, pero ese lugar tan maravilloso lo conseguí gracias a ‘Star Trek’ y ‘Wonder Woman’".
¿Quiénes son más fanáticos? ¿Los fans de Star Trek o los de DC Comics?
"(Risas) Tengo que decir que los dos son una base de fanáticos bastante difíciles y haberlos conformado por lo menos... siento que la mayoría siempre fue buena conmigo. Es que nosotros, aunque no seamos tan fanáticos, al menos yo siento que busqué siempre algo positivo".
¿Y en tu caso, hay algún otro actor de Hollywood que admiras como una gran maravilla’?
"Denzel Washington siempre fue un ídolo para mi, alguien que respeto desde hace mucho tiempo. Creo que vi todas sus películas y también trabajamos juntos en ‘Unstoppable’. Es increíble como mantiene viva la actuación en cada escena, encontrando siempre algo diferente, conserva la verdad en todo momento al punto de forzarte a trabajar al mismo nivel, en todo lo que hagas. Si cambia de pronto algún diálogo o si en una escena se lo nota más enojado o incluso si bromea también. Mejor que estés a su nivel o te vas a ver muy pero muy mal. Consigue lo mejor de la gente. Será por eso que trabajar con él puede ser un gran desafío pero siempre con los mejores resultados".
¿Y entre todas las actrices que trabajaste, cuál dirías que fue la más maravillosa... sin contar a Gal Gadot, por ahora?
"Reese Witherspoon es amorosa. Por algo vien trabajando desde hace 30 años. Es muy profesional, una dama sureña que llega, hace lo suyo y vuelve a su casa para ver a sus hijos. Es genial. La amo con locura. Keira Knightley también, es más joven pero trabajó mucho más que yo. Siempre amable, también busca el mejor trabajo y se va. No pude amarla más en ‘Jack Ryan’, por la actitud que trae al estudio. Hizo su trabajo y el último día del rodaje volvió con su pareja, un hombre amoroso, pero creo que por él nunca más nos volvimos a ver (Risas)".
¿Y Gal Gadot?
"Es más que maravillosa. Gal es espectacular, con la mejor ética profesional. Si aprendí algo en este trabajo es que la química entre dos personas es muy difícil falsear. Por eso es tan ‘maravilloso’ cuando me toca trabajar con alguien donde la química ya existe. Gal es hermosa como persona, tiene un magnetismo total pero también es tan tierna como vulnerable, además de tener una maravillosa sonrisa que siempre ilumina el estudio. Lo mejor es que nos divertimos durante todo el rodaje, siempre riéndonos de algo diferente".
Un año después del estreno programado originalmente, con varios cambios de fecha por la pandemia, la nueva película de ‘Wonder Woman 1984’ se adelanta también en el tiempo de la ficción, en la década del 80. Y a pesar de los 70 años que revive la historia inmortal de Mujer Maravilla (Gal Gadot), ella sigue enamorada del mismo Steve Trevor que interpreta Chris Pine. Pero pensando (como todos) que él había muerto en su primera época, ella ahora trata de seguir una vida normal, trabajando como arqueóloga en el Museo Smithsonian, en medio de una soledad que enfrenta dos nuevos villanos: Barbara Minerva (Kristen Wiig) y Max Lord (el mismo Pedro Pascal de The Mandolorian). Y la superproducción sube de tono cuando vuelve a escena Chris Pine como Steve Trevor, investigando juntos la causa de su vuelta, detrás de los poderes mágicos de la piedra preciosa Dreamstone que cumple el ‘maravilloso’ deseo de revivirlo, para volverlos a reunir en ‘Wonder Woman 1984’.
¿A la hora de cruzarte con otras superestrellas, reaccionas como uno de tus fans?
"Bueno, yo crecí en este negocio. No tan rodeado de estrellas todo el tiempo, pero crecer en Hollywood fue mi normalidad. He cenado alguna vez con Tom Cruise y fue espectacular, porque es Tom Cruise, bastante ‘cool’".
¿Con cuáles de tus roles del cine te identificas más? ¿Steve Trevor, Captain Kirk o Jack Ryan?
"Con Jack (Ryan) encontré ciertos parecidos, por la forma en que se comporta, bastante introvertido por naturaleza, pero mucho más extrovertido en el trabajo. Creo que es un poco mi experiencia con la actuación o con cualquier persona privada que logra algo de fama, donde hay que lidiar con un negocio que te exige dar un paso al frente, aunque uno quiera tener también cierto grado de vida normal como ser humano. En ese sentido me identifico bastante".
¿Cómo logras conseguir la normalidad del mundo anormal de una estrella de cine?
"No hay una fórmula. Supongo que es algo que trato de conservar, aunque tampoco lo busco conscientemente, porque también disfruto los gloriosos momentos de una alfombra roja. Es el lado divertido de Hollywood. Igual trato de mantenerme debajo del radar cuando no hay ningún estreno".
¿Si hoy pudieras viajar libremente por el mundo, podrías conservar cierta normalidad, sin que te reconozcan por la calle como Steve Trevor en ‘Wonder Woman’ o el Capitán Kirk de ‘Star Trek’?
"Al menos hasta ahora, en ese sentido también tengo suerte. Progresivamente se convirtió en algo muy extraño poder salir sin que nadie realmente me reconozca. Supongo que me veo bastante diferente a la persona que ven en el cine. Eso es lo bueno. Y es algo que espero que dure mucho (Risas)".
¿Mantenerse bien físicamente también es parte de tu trabajo?
"Hace un rato estaba hablando con mi publicista porque un par de años atrás había probado la limpieza de un jugo por un mes. Tengo esos momentos donde trato... ahora, con Star Trek pesaba 10 kilos más, por la idea que tenía de un gordo Kirk y fue algo muy religioso, pero también puede ser divertido. Supongo que además tengo la bendición de un buen metabolismo desde mi adolescencia. No tengo problemas en comer bien. Tengo suerte. Pero también me gusta hacer ejercicios físicos, más que nada para mi, para quitarme todo de la cabeza, por pura vanidad, sin ninguna otra razón. Ahora, si pudiera mantener bien el físico con alguna pastilla, lo haría (Risas)".
¿Si tuvieras que enfrentar en la vida real alguna escena heroica, crees que podrías reaccionar como el ‘maravilloso’ héroe del cine o te alejarías para evitar problemas?
"No sé... tendría que verme en esa situación. Soy como cualquier persona y quiero pensar que reaccionaría bien. Ese es el gran mensaje en el cine de los superhéroes, donde suelen ser a veces tan inseguros que nos cuestionamos si podrá lograr lo que quiere. En una situación parecida también supongo que nos planteamos si somos lo suficientemente fuertes o si contamos con tanto coraje. Es la gran razón por la cual contamos estas historias en el cine, una y otra vez, porque los superhéroes también tienen algo con lo que nos gusta identificarnos. Nos sentimos como si fuéramos el héroe y cuando él tiene éxito, creemos que podríamos hacer algo parecido, aunque solo sea nuestra imaginación".
¿Es verdad que alguna vez pensaste algo menos heróico como mudarte a Nueva York y dejar la actuación?
"Quise mudarme a Nueva York, porque en aquel entonces yo no estaba trabajando y había leído que Robert Duvall con Gene Hackman y Dustin Hoffman habían vivido juntos en algún apartamento de Nueva York. Y siendo alguien que me moría de hambre como actor, quería vivir algo así también. No se trataba de querer renunciar a la actuación, para nada. Yo siempre bastante competitivo, quería tener éxito".
¿Qué pasó entonces?
"Estaba cansado de Los Angeles. Y al pensar en dejarlo todo, cuando dejé de darle tanta importancia a Hollywood, empezó a llegar éxito, solo porque dejé de sentir las más típicas presiones. Entraba a una prueba audición sin importarme el resultado, porque me estaba por ir a Nueva York en una semana y media. Y empezaron a contratarme en todo lo que aparecía. Es algo que aprendí: cuando no te aferras demasiado a algo, la gente lo siente, en especial adentro de una sala de audición que suele ser el lugar más horrible del planeta, porque se alimenta de todas las inseguridades que puede poseer un ser humano".
¿Te animas a contar alguna historia de las peores pruebas de audición, las menos ‘maravillosas’ de todas?
"Seguro. Todavía me acuerdo de una mujer, que apenas después de hacer mi prueba de actuación me dijo “¿Por qué no lo intentas una vez más, tratando de que te crea?”. Algo así te empuja hacia atrás, no adelante. Las audiciones son un lugar donde vas a pedir por favor que te digan que eres lo suficientemente bueno. Y ella reaccionó como pidiendo que tomara un palo de béisbol y me pegara en los tobillos. Otra vez, buscando representante, me dieron para interpretar una escena y el supuesto representante me miró y me dijo “Eso fue horrible, demasiado malo”. (Risas) Pero así también se consigue trabajo y así fue como fui armando de a poco mi diminuta agenda".
¿Aquellas experiencias te dieron también cierta perspectiva que en Hollywood no todo es ‘maravilloso’?
"Me dio la perspectiva que en el mundo de la actuación, no hay ninguna relación entre el trabajo más duro y el éxito. Para nada. No importa si fuiste a las mejores clases de arte dramático en Yale. No importa si tu apellido representa algo. No importa si te llamas Barrymore. Nada está garantizado. Es algo que también aprendí creciendo en una familia de actores donde se viven años maravillosos y otros años muy pero muy terribles. Solo hay que salir a navegar por el océano, con un pequeño bote, remando constantemente".
¿Hoy al menos ya no necesitas pasar por ninguna prueba de audición?
"Hace tiempo que no lo hago pero tampoco significa que no lo haría. No me creo tan importante. Lo volvería a hacer, pero también sería un viaje interesante porque hace años que no lo hago y es como un músculo, hay que prepararlo para sentirte bien al entrar al lugar, como si fuera una batalla".
¿Es necesario una ‘maravillosa’ suerte para conseguir el éxito?
"Si lo sabré yo... Es todo tan extraño como estar sentado en este lugar, hablando ahora del tema".
¿Qué te llevó a seguir adelante, después de aquellas malas pruebas de audición?
"No sé si fue arrogancia o lo que sea, pero nunca tuve dudas que yo iba a conseguir trabajo como actor. Nunca lo dudé. Tampoco te creas que no pensé en perder. Pero también sabía que si no me había ido bien en alguna audición, hubiera podía hacerlo bien, si me hubiesen elegido".
¿Pensaste en algún otro estilo de trabajo, antes de elegir la misma profesión que tu padre?
"Es que yo nunca había querido ser actor antes, ni lo había pensado como algo potencial, hasta el segundo año de la universidad".
¿Qué carrera hubieras elegido entonces, si no hubiera sido por la actuación?
"No tengo la menor idea. Me encantaba el béisbol, fue mi pasión por muchos años, pero tampoco era tan bueno jugando. Era lo único que quería hacer, pero era solo un sueño de adolescente que en cierta forma abandoné".
¿Cómo fue que te decidiste entonces por la actuación?
"Lo había hecho como algo social, en la Universidad, solo por hacer algo. Y me gustó. Tuve muchas oportunidades de hacerlo sin tener que buscar un título en Berkeley. Y así fue como pasó todo".
Tu padre Robert Pine, justamente había tenido bastante fama en la misma década del 80 de ‘Wonder Woman 1984’ , cuando él había interpretado al Sargento Getraer de la serie ‘CHiPs’ y tu abuela Anne Gilford había sido una estrella del cine de terror en su época ¿Ellos no tuvieron ninguna influencia para seguir los mismos pasos como actor?
"No, porque hasta aquel entonces, no había crecido pensando en la actuación aunque mis padres siempre me apoyaron. Me decían que era brillante, que era bueno. Siempre fue así. Supongo que tuvo que ver la parte tan competitiva, la necesidad de ganar..."
¿De dónde crees que viene ese espíritu tan competitivo?
"No sé. Me acuerdo que en mi infancia, cuando jugábamos a algo en la familia, en la época de Navidad, si llegaba a perder, yo me iba del lugar. Era muy mal perdedor. Creo que mejoré en ese sentido, pero es algo que me ayudó".
¿Y hoy? ¿La pasión sigue siendo tan maravillosa como al principio de tu carrera?
"Ah, sí, claro. En la actuación, es necesario mantener siempre una pasión maravillosa".