'Me tomaba dos botellas diarias, intenté suicidarme con una pistola, la jalé y brincó la bala': Yolanda Andrade
La conductora se sincera y habla del abuso de drogas y alcohol, algo de lo que se ex novia, Montserrat Olivier, intentó alejarla
Muchas veces la conductora se ha abierto sobre su vida, per ahora lo hizo inspirada porque le rindieron un homenaje donde reconocieron su trayectoria y ella aprovechó para ofrecer la charla motivacional "Mi vida es hoy" a quienes nadie se esperaba: La policía federal.
Y fue ahí que Andrade abrió su corazón y habló sin tatujos sobre sus caídasn en el alcohol y las drogas, las cosas que la ayudaron a salir de los vicios y no dejó pasar la oportunidad de hablar sobre el tema del bullying.
Y es que estando ante la policía y hablando de su experiencia personal con la bebida, declaró: "Borracho se te hace fácil todo, caes en la provocación, en el abuso, sales a manejar así y es una irresponsabilidad", asintió.
Luego de que Yolanda declarar que se casó con Verónica Castro y que la actriz tomara la decisión de dejar su carrera en la actuación, las amenazas hacia Andrade no hahn parado, por ello habló de un tema que ahora tomó como bandfera: "El bullying no es un juego, es una agresión que lesiona la autoestima y esas cicatrices pueden durar toda la vida".
Su hermana Marilé, aprovechó para felicitar y mostrar orgullo por ella: "'Tu vida es hoy', inspiración para muchos. No hay mejor regalo que las semillas que estás dejando. La policía federal reconoce tu grandeza. Tan orgullosa de ti hermana, pero muy", escribió.
La propia Montserrat Oliver, quien fuera su novia y con quien vivió momentos maravillosos, pero también sus recaídas en las adicciones, recodó en su programa los trucos que ejecutaba para tratar que su entonces pareja no bebiera: 'Me acuerdo que agarraba yodo. Ponía agua, le echaba yodo, para que se viera como whisky, y hasta mero arriba le echaba un 'chorritito' de whisky y no lo movía. Y le decía ten tu 'drink''. .
Andrade reconoció lo que contó Montserrat y hasta dijo que le funcionaba por un rato, pero al final quería más alcohol, pues sentía que su bebida no era lo suficientemente fuerte para ella y se ponía tan mal que intentó quitarse la vida: "Entonces yo (bebía) y decía, neta el alcohol no me sabe, necesito algo más fuerte. Me tomaba dos botellas diarias, y es mucho, intenté suicidarme con una pistola, la jalé y brincó la bala gracias a Dios", dijo Andrade.
Y es que la muerte de su padre la sumió en una terrible depresión que terminó en alcoholismo: "El alcohol me calmaba y vivía mi vida, según yo normal, porque era alcohólica productiva, porque seguía trabajando, seguía con todo", comentó.
Finalmente Andrade acudió a un centro de rehabilitación, donde logró superar sus adicciones: "(Al salir del centro de rehabilitación) Yo vi una piedra y pensé, 'esa piedra es mi papá'. Y dije, 'papá, ya no quiero cargar con esta culpa. Te pido perdón, no era lo que deseaba'', finalizó.