Soy el rey de los punks, nadie me arrebatará la corona: John Lydon

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/ 2 mayo 2016

Lydon se declaró amante de la naturaleza y seguidor de Gandhi.

El exvocalista de los Sex Pistols y líder de Public Image Ltd (PIL), John Lydon, antes célebre como Johnny Rotten, se declaró hoy el "rey de los punks" y advirtió a los advenedizos de que "nadie" le "arrebatará la corona".

Desde una bucólica atalaya ubicada en un monte de Usurbil (Guipúzcoa, norte de España), donde se esconden los estudios Higain, el lugar en el que prepara estos días la gira europea de PIL, Lydon ofreció hoy una anárquica rueda de prensa en la que, entre bromas, poses, cigarrillos e incluso algún eructo al micrófono, expuso su particular filosofía de vida.

Su principal base es el humor, que, según confesó, ha impulsado su carrera mucho más que la ira y le ha llevado a "no tomarse en serio a sí mismo", un afán al que dedicó toda su comparecencia.

Habló acompañado a su derecha por su fiel y silencioso manager, "Rambo", y por dos traductores, el primero al euskera, y la segunda, al español, lo que añadió más caos al encuentro.

Aseguró que tuvo la oportunidad de haberse hecho rico como una "estrella de rock", pero prefirió huir de "la ridícula caricatura que era Johnny Rotten" y optar por una "vida libre y de verdad". Por eso dejó los Pistols y fundó PIL porque dice que no le gusta "la comodidad".

"Siempre he tenido que luchar por mi vida, por mi independencia, y así seguiré", aseguró Lydon.

El cantante, de 60 años, recordó su infancia, cuando una meningitis le produjo una amnesia de cuatro años, y aseguró que el humor británico, con toques irlandeses, le ayudó a salir adelante. Por eso insistió en "no tomarse en serio a sí mismo", porque "ayuda a corregir los propios fallos", un esfuerzo "imposible" para los "políticos e intelectuales".

Hace algunos años fijó su residencia en Los Ángeles, un lugar en el que "no hay tiempo", ya que la meteorología "no cambia", lo cual beneficia a su delicada salud ya que padece habitualmente bronquitis y neumonías.

Tras esta confesión, Lydon sacó un paquete de tabaco y encendió un cigarrillo: "No penséis que soy un santo, pero tampoco soy un pecador", se justificó.

Las próximas serán las primeras elecciones estadounidenses en las que podrá ejercer su derecho al voto y seguramente tendrá que elegir entre "Donald -soy-el-primer-hombre-de-negocios-que-no-miente- Trump" y Hillary Clinton, "una política profesional". "Por favor, ¡ayudadme!", bromeó.

"Donald Trump está comprando la Presidencia", denunció Lydon, quien afirmó que al magnate le bastarán "seis semanas" para hacer "todas las tonterías que quiere hacer", entre ellas, construir un muro en la frontera con México.

Lydon se declaró amante de la naturaleza y seguidor de Gandhi. Entre broma y broma se puso serio para asegurar que "si un hombre mata a otro por una causa política, no tiene causa", algo que también ha hecho, según el músico británico, la religión, porque "la religión primero es política".

Habló también de la música, de lo poco que le importan las listas de éxitos, aunque agradece cuando le llega "el cheque" que, irremisiblemente, suele venir acompañado de "muchas facturas".

"A veces es una sorpresa agradable aparecer en esas listas sin pretenderlo", añadió, para apuntar a renglón seguido que con PIL ha tenido muchos éxitos que han llegado a las listas.

Preguntado por la música y la actitud de otro referente del post-punk como Mark E. Smith y The Fall, Johnny Rotten se sonrió y espetó que "ha hecho el mismo disco una y otra vez, suerte para él".

El miércoles arranca su gira europea en la localidad española de San Sebastián, con canciones de sus últimos trabajos "This is PIL" y "What de World Needs Now", pero también con una "perspectiva histórica".

Luego ofrecerá conciertos en Valencia, Santander y Madrid, antes de partir hacia Alemania, Eslovaquia, Polonia y Ucrania.

Respecto a si queda algo del espíritu punk hoy en día, lo tiene claro: él mismo. "Soy el rey de los punks y nadie me arrebatará la corona. Me la he ganado con mucho trabajo".

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