‘Star Trek: Sin Límites’; diversión en las estrellas

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/ 16 septiembre 2016

La tercera entrega de la nueva saga tiene su propio estilo, dando así un capítulo más que es al mismo tiempo homenaje y entretenimiento de calidad

Calificación: 8 de diez

Bitácora del crítico: acabo de pasar algunas dos horas en un planeta extraño. Mi compañía fue una tripulación de humanos y especies extraterrestres, algunos amistosos, otros más peligrosos. En conjunto superamos toda clase de obstáculos y al final pudimos demostrar que la unión hace la fuerza. Mi experiencia puede ser descrita como una montaña rusa, un parque de diversiones o un emocionante viaje a un lugar desconocido. Claro, porque yo me la pasé sentado frente a la pantalla, mientras los que tenían que sufrir eran todos los demás. Todos esos seres que habitaban un futuro donde la civilización ha alcanzado una paz que hoy parece inconcebible. Una paz ideal, ficticia, pero absorbente y fascinante que me dejó revitalizado y contento.

La frontera final. No, corrección, parece que no tiene fin. Esta frontera se expande como el universo mismo, por eso ha prevalecido nada menos que 50 años, desde que se transmitió el primer capítulo de la serie original. Hoy vemos la llegada de la película número 13: “Star Trek: Sin Límites” (“Star Trek Beyond”), que también es la tercera de una nueva saga que comenzó en 2009. En esta ocasión, la tripulación de la Enterprise se encuentra en graves problemas. Atacados por una raza desconocida, caen separados en un planeta, donde un villano llamado Krall buscará un artefacto que ellos esconden, con la única intención de causar un daño mortal a la Federación Unida de Planetas.

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¿Se mareó con tantas referencias a “Star Trek”? Si está leyendo esta crítica de seguro es fan y sabe de lo que estoy hablando. Le confieso: yo la verdad no estoy muy seguro de lo que digo. No sé bien qué es la Federación Unida de Planetas (aunque lo intuyo) y jamás en mi vida he visto un solo capítulo de la mencionada serie original que debutó en 1966. Si sé que hay 13 películas y seis series de televisión, es porque en estos tiempos es muy fácil buscar información en internet, pero no crea que me senté a verlas todas. En otra circunstancia claro que lo haría, me pondría a ver todas las películas o series que fueran necesarias para poder hacer una buena y más completa crítica. Pero en el caso particular de “Star Trek”, le soy honesto, ¿quién tiene tiempo?

Es demasiado material, pero le puedo decir que al menos he visto las otras dos cintas nuevas: “Star Trek” (2009) y “Star Trek Into Darkness” (2013). Claro, de aquellas tampoco entendí las referencias, ni he visto “The Wrath of Khan” (1982). ¿Que por qué le digo todas estas cosas que ponen en peligro mi reputación como crítico de cine? Primero que nada porque me gusta ser honesto y, segundo, porque hay una pregunta muy acertada que me han hecho: ¿tengo que haber visto todo lo de “Star Trek” para poder disfrutar esta nueva cinta? ¿Puedo pagar un boleto así nomás o me debo poner al tanto con absolutamente todos los programas y películas? La respuesta puede variar dependiendo de la situación, pero yendo al punto: no es necesario ver nada más. “Star Trek: Sin Límites” se puede no sólo entender, sino disfrutar por todo mundo.

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Esto es, en primer lugar, una característica que debe tener toda buena película. Que funcione por su propia cuenta, que sola le hable a cualquier espectador, independientemente de cualquier factor externo. En este caso, un gran legado que ha dejado esta longeva serie, que, como ya dije, yo no he visto. Pero dentro de esta última trilogía, creo entender cómo funciona y quizá hasta por qué ha funcionado por cinco décadas en tantos medios. Todo viene del origen. La historia nació en televisión y con cada capítulo contaba una nueva aventura. Así, cada entrega viene siendo eso: un nuevo planeta, un nuevo reto. Y así se garantiza su efectividad y su constante frescura.

Está bien, quizá para alguien que desconoce a fondo este mundo sería muy atrevido dar tales declaraciones. Pero, entonces, ¿cómo es posible que yo, un confeso no-fanático, ha podido disfrutar las tres últimas películas? Porque cada una tiene su propio sabor. La primera fue una versión modernizada de la historia original, la segunda fue un homenaje a “The Wrath of Khan” y esta tercera es un tributo a la serie clásica. Así lo podrán entender los fanáticos mejor que yo, que simplemente me siento y me dejo llevar. Pero es bastante claro que cada una tiene una tonalidad distintiva, una particularidad, algo que las hace únicas y casi las desprende de las demás. Esta última entrega se siente como una cinta de aventuras, sencilla, pero efectiva en su acción y su conflicto.

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Se me podría decir que yo no sé nada y que esa no es la esencia de la serie y tendrían razón. Pero eso es lo que me hizo sentir. El nuevo director es Justin Lin, quien ha hecho la peor de las cintas de “Rápido y Furioso” (“Tokyo Drift”, 2006), pero también algunas de las mejores de esa misma saga. Quizá gracias a eso sabe trabajar la acción. Si bien “Sin Límites” entra de lleno con una guerra espacial, al instante procede a dividir a sus personajes, a ponerlos en un planeta y ver cómo interactúan entre ellos bajo distintas circunstancias. El drama humano que es necesario para sentar las bases de la emoción. Posteriormente, se nos entrega la acción en buenas dosis: peleas cuerpo a cuerpo, persecuciones en motocicleta y una gran batalla final de efectos y explosiones. Todo lo cual funciona gracias a que pasamos tiempo en soledad con los personajes, conociéndolos, entendiéndolos y queriéndolos.

Y así se hace un gran blockbuster de calidad, no importa si es de una saga de ciencia ficción o cualquier otra cosa. Por eso, aunque alguien no sepa nada, la cinta explica lo que debe explicar y nos hace sentir a todos lo que debemos sentir. Quizá la percepción de un fanático sea diferente, pero la sencillez de la aventura, de la emoción que genera, esos son sentimientos universales. Y de eso se trata “Star Trek”, ¿no? De la unión de distintas especies trabajando en conjunto por un bien común. Quizá esta película no es perfecta, el único “pero” que le pondría es parte de la historia del villano, que si bien es muy compleja e inteligente, me pareció algo inverosímil (lo que sea que eso signifique en un mundo como este). Pero es tan ligera, tan disfrutable y tan divertida, que nos hace sentir como niños, que quizá no vieron “Star Trek”, pero ya se sienten parte de ella.


El Dato

> Director: Justin Lin
> Elenco: John Cho, Simon Pegg, Chirs Pine, Zachary Quinto, Zoe Saldana, Karl Urban, Anton Yelchin, Idris Elba.
> Género: Ciencia ficción / Aventura.
> Clasificación: B
> Duración: 121 minutos

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