Vive Latino se celebra con toque sanitario en México
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A pesar de la contingencia sanitaria, que recomienda evitar que se llevan a cabo eventos multitudinarios para disminuir el contagio del coronavirus, se llevó a cabo el festival musical
Es hora del Vive Latino, y en la entrada se suma un nuevo filtro a los habituales controles de seguridad: a cada uno de los asistentes se le toma la temperatura y un fuerte olor a gel antibacterial impregna el aire.
Pasado este filtro, la dinámica del festival musical _uno de los más importantes de Latinoamérica_ no cambia mucho: la gente camina eufórica rumbo a los escenarios y también se aglomera en los conciertos.
En la primera jornada del festival, diversas personas dijeron a The Associated Press que no dudaron en venir por el nuevo coronavirus que ha obligado a cancelar numerosos eventos multitudinarios en otras partes del mundo.
"Vemos que tienen mucho gel antibacterial, entonces estará bien, por lo menos entre cada banda limpiarnos las manos", dijo el profesor Rodrigo Viera, de 23 años, quien llegó acompañado por su novia Anahí Álvarez, de 22.
"Vamos a correr el riesgo", dijo Álvarez, estudiante de administración y gestión de empresas. Para ambos era su primer Vive Latino y estaban listos con sus playeras de Guns N' Roses, la banda principal del primer día del festival que se realiza este fin de semana en el Foro Sol de la Ciudad de México.
El viernes se anunciaron las bandas que cancelaron su participación, debido en muchos casos las restricciones de viaje en sus países. Viera dijo que quería ver a Soulwax, una de las bandas canceladas, pero que esto no lo desanimó: "Por una banda no se echa a perder el festival", dijo.
A diferencia de otros países, México no ha tomado medidas tan extremas como cancelar todas las actividades multitudinarias, aunque el sábado anunció que adelantaría dos semanas el receso de primavera de las escuelas y se extenderá por todo un mes hasta el 20 de abril. Las autoridades sanitarias informaron que los contagios en el país pasaron en las últimas horas de 26 a 41.
Por ahora, sin embargo, sigue en pie el Vive Latino, donde este año se espera con especial entusiasmo a los títeres chilenos de 31 Minutos. Algunos asistentes como Carlos Contreras, de 28 años, acompañado por su hijo Matías, de 6, y su esposa, llevaban calcetines de Calcetín con Rombos Man y Juan Carlos Bodoque, personajes del programa infantil que es muy popular en México.
"Sin miedo", dijo Contreras, quien dijo que ha estado más de cinco veces en el Vive Latino. "Venimos a ver 31 Minutos, todos preparados".
Contreras consideró que habría sido muy difícil cancelar el Vive, dados su tamaño e impacto económico, pero en lo personal habría tenido problema si eso sucedía. En la crisis de 2009 por el virus de influenza H1N1 que puso en cuarentena a México, Contreras era estudiante y dijo que se encerró en su casa cuando suspendieron clases. Ahora lo ve diferente como trabajador y padre de familia.
"Ya se maneja el home office y restringir la salida hacia la calle, ya lo veo como con más impacto", dijo. "A partir de la siguiente semana yo creo que se viene lo más fuerte y hay que tomar precauciones mucho más serias".
Santiago Ayala, un fotógrafo de 31 años, llegó con su hija Regina, de 9, y su esposa. Regina llevaba su playera de Guns N' Roses para su primer Vive Latino.
"Al final de cuentas, pensamos que en cualquier momento nos podemos contagiar aquí, en la farmacia en la fila de las tortillas, decidimos tomar el riesgo y venir", dijo Ayala, quien agregó que venían armados con gel antibacterial, pañuelos desechables e iban a tratar de evitar las aglomeraciones, a diferencia de otros conciertos. En general las familias como la de Ayala y Contreras lucían despreocupadas.
"No se ha salido de control, toda la gente reacciona bien y se comporta a la altura de estos eventos", dijo Ayala. "La verdad si nos arriesgamos a comer taquitos de suadero en el metro Hidalgo por 5 pesos no íbamos a dejar de venir por 700 u 800 pesos del boleto".
Alan Miranda, de 25 años y en su primer Vive Latino, iba a ver a The Warning. Se pronunció enérgicamente contra de la "histeria colectiva".
"Yo espero que sea tranquilo y ya si estamos aquí lo disfrutemos", dijo, aunque, agregó que en caso de que se declare la contingencia sanitaria seguirá las indicaciones de las autoridades: "Si es una medida eficaz contra lo que pueda pasar, después estoy completamente de acuerdo".
Pocos eran los asistentes que llegaban con mascarillas, pero sí había algunos como Daniel Ramírez, administrador de bases de datos, quien llegó con un tapabocas con el dibujo de un zorro en su tercer Vive Latino. Dijo que decidió ponerse el tapabocas porque padece asma y necesita ser más precavido. También estaba usando gel antibacterial.
"Hay que estar informados y antes de entrar en pánico hay que leerse unos textos y saber que sí es grave pero estamos en una etapa todavía pasable", dijo sobre el brote, mientras que agregó que confía suficientemente en las autoridades mexicanas como para ir al festival.
Karina y Saúl, quienes no dijeron su apellido, no estaban tan convencidos de asistir, pero decidieron hacerlo porque no había reembolsos para los boletos por los que pagaron 5.000 pesos en total (228 dólares) por los dos días del festival.
Habían comprado sus boletos desde principio de año para ver a la japonesa Kyary Pamyu Pamyu, otra de las artistas que canceló su participación.
"Cancelaron algunos grupos que queríamos ver, se me hizo una falta de respeto al público que no hayan cancelado y que hayan puesto en riesgo a todos", dijo Saúl, quien trabaja en logística. Agregó que intentaron vender los boletos, pero no les ofrecían suficiente dinero. "Creo que lo correcto habría sido cancelarlo".
Para la mayoría de la gente, el nuevo coronavirus sólo provoca síntomas moderados, como fiebre y tos. En algunas personas, en particular adultos mayores y gente con problemas de salud preexistentes, puede causar enfermedades más graves como neumonía.
Casi todos se recuperan del nuevo virus. Según la Organización Mundial de la Salud, aquellos con síntomas leves se recuperan en alrededor de dos semanas, mientras que quienes presentan un cuadro más grave podrían tardar de tres a seis semanas en recuperarse.