En millonésimas de segundo, tecnología de Centro Conacyt podría medir presión en ojo

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/ 28 septiembre 2015

La investigación del Cicese facilitará el diagnóstico de glaucoma y revolucionará la oftalmología

México.- Con la visión de innovar en el área de oftalmología, el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE) desarrolla una tecnología no invasiva para medir la presión en el ojo, necesaria para detectar glaucoma. Se trata de un sensor de presión intraocular en la que se emplean dos láseres: un haz de luz láser pulsado y uno de emisión continua. La prueba concluye en cien millonésimas de segundo.

El sensor está basado en un fenómeno físico conocido como cavitación láser usando pulsos cortos (nanosegundos, picosegundos o femtosegundos); es un método que revolucionará a la oftalmología en el área de diagnóstico intraocular, indispensable para medir la presión del ojo a fin de identificar glaucoma, enfermedad que padecen 15 millones de personas a nivel mundial, indica el doctor Santiago Camacho López, investigador de tiempo completo y actual Jefe del Departamento de Óptica del CICESE, quien junto con el estudiante de doctorado Luis Felipe Devia Cruz lleva a cabo el desarrollo.

En la cavitación láser es un fenómeno físico, se genera una burbuja en un líquido (que puede ser el humor acuoso en el ojo) mediante un pulso láser enfocado por una lente. La burbuja formada en el líquido crece hasta alcanzar su tamaño máximo, del orden un milímetro en el ojo; en seguida la burbuja decrece hasta colapsarse completamente. El tamaño máximo de la burbuja y su duración, o tiempo de colapso están determinados por la presión intraocular.

Por lo tanto, si se mide cualquiera de estos dos parámetros, el tamaño máximo o bien el tiempo de colapso de la burbuja, se puede determinar con toda precisión la presión intraocular.

Esta tecnología se desarrolla en colaboración con la Clínica de Ojos de Tijuana (Tijuana Eye Center) y la empresa Oftálmica Internacional, ambas de la misma región del noreste de México. Esta innovación tecnológica da lugar a un protocolo sencillo que por el momento se ha probado en un modelo de ojo artificial: un pulso láser se introduce en el ojo y se fotografía la burbuja de cavitación que se forma, para así determinar el parámetro de la presión interna del órgano.

Con los métodos actuales, la presión intraocular se mide al tocar, directamente o a través de un flujo de aire, la parte frontal del ojo, provocar un pequeño aplanamiento en el globo ocular, mantener el contacto de 5 a 10 segundos para tomar la presión.

Una desventaja de estos métodos de contacto es que la precisión y exactitud de la medición depende de las características físicas del órgano de cada persona (como grosor, dureza, hidratación y otros factores fisiológicos de la córnea) que dependen de factores como la edad, estado de salud, e incluso características raciales; al tratarse de una técnica de contacto prolongado, es muy relevante el movimiento del paciente durante la toma de la medición.

Todos estos factores hacen que actualmente las mediciones de presión intraocular sean imprecisas y que el diagnóstico de glaucoma no sea siempre exitoso.

En cambio, el sensor de presión intraocular basado en cavitación láser, realizado por CICESE, no es invasivo toda vez que no existe contacto físico con el globo ocular. La medición se lleva a cabo directamente en el interior del ojo y, por lo tanto, no depende de las características físicas del globo ocular. Además la medición se lleva a cabo con extrema rapidez logrando que el movimiento del paciente no sea un factor que afecte la precisión y exactitud de la medición.

Su diseño está programado en tres etapas: la primera ya está concluida e incluyó pruebas llevadas a cabo en ojos artificiales; en la segunda se elaborará el prototipo del sensor y se llevarán a cabo pruebas en animales, y en la tercera se realizarán las pruebas clínicas en humanos.

El aparato está en desarrollo, será un método para diagnóstico que se elaborará en la Clínica de Ojos de Tijuana: ellos están interesados en la propiedad industrial de la tecnología y su implementación en este nosocomio, concluyó el doctor Camacho López.

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