Despega desde California el satélite EarthCARE con el objetivo de estudiar las nubes y los aerosoles en la regulación del clima
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Hoy despegó desde California a borde de un cohete Falcon 9 de SpaceX el satélite EarthCARE de la Agencia Espacial Europea, cuyo propósito es que estudiar el papel de las nubes y los aerosoles en la regulación del clima de la Tierra
CALIFORNIA- Esta misión de la ESA que cuenta con la colaboración de la Agencia Espacial Japonesa (JAXA), logró elevarse sin contratiempos a las 15.20 hora local (22.20 GMT) como estaba previsto, desde la base de la Fuerza Espacial Vandenberg, según se pudo observar en la transmisión de la web de SpaceX.
En un comunicado de la Agencia Espacial Europea, se precisa que 10 minutos después del despegue el satélite se separó del cohete. Mas tarde, a la 01:14 CEST, la estación terrestre ubicada en Hartebeesthoek, Sudáfrica recibió la señal que les indicaba que EarthCARE se encontraba en órbita alrededor de la Tierra de forma segura
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El clima terrestre es una sistema de una enorme complejidad y, entre lo que hasta ahora se conoce, aún queda por conocer con más claridad cómo afectan las nubes y los aerosoles, que son pequeñas partículas como el polvo suspendidas en el aire, en el calentamiento y enfriamiento de la atmósfera. Descubrir esto será la misión de EarthCARE.
En este sentido, la ESA apunta a que debido la crisis climática actual y que cada vez más perentoria, “el Earth Cloud Aerosol and Radiation Explorer, o EarthCARE para abreviar, pronto brindará información crucial para arrojar nueva luz sobre las complejas interacciones entre las nubes, los aerosoles y la radiación dentro de la atmósfera de la Tierra”.
EARTCARE
Este nuevo satélite que cuenta con una vida mínima que esta prevista dure tres años, mide 17.2 metros de longitud, su peso es de 2,200 kilos, además posee un panel solar de 21 metros cuadrados y cuatro instrumentos científicos, cuyo propósito es contribuir a poder tener una mejor comprensión del cambio climático.
EarthCARE va a orbitar la Tierra a una altitud de unos 400 kilómetros, que es la más baja posible para lograr el mejor funcionamiento de sus instrumentos. Sus datos posibilitarán hacer mejores predicciones climáticas y así como también medir de forma mas eficaz el balance energético de la Tierra.
Ese balance enérgetico, es el equilibrio entre la cantidad de energía que llega del Sol y la que sale de regreso al espacio. Nuestro clima depende de este equilibrio global.
En opinión de Simonetta Cheli, quien es la directora de Programas de Observación de la Tierra de la ESA, “EarthCARE es la más compleja de las misiones de investigación de la ESA hasta la fecha. Su desarrollo, y ahora lanzamiento, se debe a la estrecha cooperación con nuestros socios de JAXA, quienes contribuyeron con el instrumento de radar de perfilado de nubes del satélite, y a todos los equipos de la industria espacial involucrados”.
Por lo que, prosigue Cheli, ”la misión llega en un momento crítico en el que avanzar en nuestro conocimiento científico es más importante que nunca para comprender y actuar sobre el cambio climático, y estamos ansiosos por recibir sus primeros datos”.
CRISIS CLIMÁTICA Y LAS NUBES
No obstante a que los científicos tienen conocimiento sobre que las nubes y los aerosoles tiene un papel fundamenta tanto en el enfriamiento como en el calentamiento de la Tierra, continúa habiendo incertidumbre precisar cuál es su influencia exacta en el balance energético y, debido a la actual crisis climática, si ejercerán un efecto global en cuanto al enfriamiento o calentamiento en el futuro.
Actualmente, las nubes tienen un efecto en nuestro planeta en cuanto al enfriamiento, sin embargo, este podría menor en el futuro, situación que contribuiría aún más al calentamiento global.
En este sentido la Agencia Espacial Europea detalla que “las nubes reflejan la energía solar entrante hacia el espacio, pero también atrapan la energía infrarroja saliente. Esto conduce a un efecto neto de enfriamiento o calentamiento. Sin embargo, el grado en que las nubes calientan o enfrían la Tierra depende de varios factores, entre ellos su forma, ubicación, altitud, contenido de agua y tamaño de partículas”.
CRISIS CLIMÁTICA Y LOS AEROSOLES
La ESA, explica que los aerosoles son partículas minúsculas, “como polvo y contaminantes”, mismas que están “suspendidas en la atmósfera terrestre”. Estas partículas tiene un papel esencial en el sistema climático de la Tierra, por un lado de forma directa, es decir, al reflejar como en la absorción de la “radiación solar entrante y atrapar la radiación saliente”, como manera indirecta, debido s que actúan como “núcleos para la formación de nubes, que es como influyen más en nuestro clima”.
“Las actividades humanas, incluidos los procesos industriales, el transporte y la agricultura, están alterando significativamente las concentraciones de aerosoles en la atmósfera y, por lo tanto, impactando los patrones climáticos regionales”, afirma la ESA.
MISIÓN EARTHCARE
Gracias a este nuevo satélite, se podrá los científicos podrán observar al interior de las nubes con el propósito de poder comprender de mejor forma tanto su comportamiento como estructura; así también, podrán llevar acabo un análisis de la composición y la distribución de los aerosoles y las nubes y cómo es la interacción con la radiación solar y la energía de la superficie terrestre.
Con estos datos se podrán modelizar de una forma más precisa la interacción de estos parámetros, con lo que se harán mejores predicciones sobre el cambio climático basadas en observaciones exhaustivas.
Para llevar acabo esta misión la ESA hizo una inversión de 800 millones de euros, y que además colaboran 75 compañías y cerca 500 personas en toda Europa, con Airbus como contratista principal. JAXA es responsable del radar de perfil de nubes, en que desembolsó alrededor de 52 millones de euros.
Hasta el momento, EarthCARE es la más complicada de las misiones ‘Earth Explorer’ (explorador terrestre) de la Agencia Espacial Europea, que brindan información muy importante para poder comprender cómo es que funciona nuestro mundo, así como el impacto que tiene la actividad humana en los procesos naturales.
Con información de la Agencia EFE y la Agencia Espacial Europea.
