¿De verdad la humanidad está en riesgo?... cuáles son los peligros reales en el desarrollo de la inteligencia artificial

Desde que hace unos meses se lanzó la inteligencia artificial ChatGPT, un tema del que casi nadie hablaba pasó a estar en boca de todos, pero, ¿Qué impacto tendría esta nueva tecnología sobre áreas tan sensibles como la educación, la automatización de nuestros trabajos o la circulación de información falsa?

Sobre este tema, un grupo de más de mil expertos y desarrolladores liderados por el icónico Elon Musk llamaron a pausar los avances en la investigación de Inteligencia Artificial (IA) porque “podría poner en riesgo a la Humanidad”.

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En realidad, en los círculos de investigación en IA este no es un debate nuevo: gran parte de la comunidad especializada lleva más de una década argumentando que, aunque a nosotros pueda sonarnos absurdo, el riesgo es real: los peligros que acarrea se pueden comparar a los de la tecnología nuclear.

Lo que sí es una novedad es que los protagonistas de esta comunidad científica den un golpe en la mesa y pidan “parar la pelota” por seis meses para estudiar los riesgos de los desarrollos en los que ellos mismos trabajan desde hace años.

Por un lado están los ‘apocalípticos’ liderados por Elon Musk -pero entre los que se encolumnaron también Bill Gates y Stephen Hawking- que advierten sobre los peligros extremos de estos desarrollos. En diciembre de 2014, durante una entrevista con la BBC, Hawking se adelantó a su tiempo y fue categórico sobre el posible efecto destructor de la tecnología: “El desarrollo de la IA puede terminar con la raza humana”.

Peligros reales de la Inteligencia Artificial

La inteligencia artificial (IA) tiene muchos beneficios potenciales en una variedad de áreas, desde la medicina hasta la agricultura, la educación y la seguridad. Sin embargo, también existen riesgos y peligros asociados con la IA. Algunos de ellos incluyen:

Sesgo: la IA puede perpetuar y amplificar el sesgo humano existente. Si los datos utilizados para entrenar a una IA están sesgados, la IA puede ser injusta en su toma de decisiones y discriminar a ciertos grupos.

Desplazamiento laboral: la IA puede hacer que los trabajadores humanos sean reemplazados por máquinas. Esto puede conducir a un aumento del desempleo y una mayor desigualdad económica.

Dependencia tecnológica: la creciente dependencia de la IA y la automatización puede hacer que las personas pierdan habilidades y conocimientos importantes, lo que puede tener consecuencias negativas en el futuro.

Privacidad: la IA puede ser utilizada para recopilar y analizar grandes cantidades de datos personales. Si estos datos caen en manos equivocadas, pueden ser utilizados para fines malintencionados, como el robo de identidad y la vigilancia masiva.

Seguridad: la IA puede ser utilizada para crear armas autónomas y sistemas de vigilancia automatizados, lo que puede plantear serios riesgos de seguridad.

Es importante que se aborden estos riesgos de manera responsable y se tomen medidas para minimizarlos, a medida que la tecnología de la IA avanza.