Embraer E190, así es el avión que cayó en México
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Su primer vuelo se realizó en 2004 y ya se fabricaron más de 700 ejemplares. Tiene uno de los mejores índices de seguridad del mercado: apenas dos episodios fatales en 14 años de servicio
Un avión se estrelló durante la tarde del martes en el norte de México, en Durango. El avión era un Embraer E190 de Aeroméxico Connect con matrícula XA-GAL con 10 años de antigüedad que salió de la ciudad mexicana a las 15:08 horas hacia la Ciudad de México con una llegada estimada a las 16:28 horas.
Embraer es una compañía brasileña que fabrica aviones, tanto comerciales como militares y ejecutivos. La familia E-190 está compuesta por dos versiones alargadas del modelo E-170, equipadas con mayores alas y nuevos motores, los GE CF34-10. Tiene una capacidad de hasta 100 plazas y está a la altura de otros aviones de primera línea como el Boeing 717-200 o el 737-600, así como con el Airbus A318 y A319.
El Embraer E190, junto a su hermano E195, son los modelos más grandes de la serie E-Jets, una línea de aviones comerciales con la que Embraer pasó a jugar en la primera división de los fabricantes de aviones comerciales. El primer vuelo del E190 fue en marzo de 2004, mientras que el E195 lo hizo en diciembre: desde ese momento se llevan construidos más de 700 ejemplares, que son utilizados por compañías de todo el mundo.
La longitud del avión es de 36.2 metros y su altura de 10.6. Por otra parte, la autonomía de vuelo con carga máxima es de 3200 kilómetros.
El primer vuelo del modelo E190 fue en marzo de 2004.
En 14 años de servicio comercial, el E190 registra sólo dos episodios fatales. El primero se produjo el 24 de noviembre de 2010, cuando un avión de la compañía china Henan Airlines se estrelló poco antes de aterrizar en el aeropuerto de Yichun. Hubo 42 muertos y 54 sufrieron lesiones de distinta gravedad.
La segunda tragedia tuvo como protagonista a un E190 de las Líneas Aéreas de Mozambique (LAM), que desapareció de los radares cuando volaba entre Maputo y Luanda con 28 pasajeros y seis tripulantes. La investigación de las autoridades de Namibia, apasionante, reveló que el propio piloto -que atravesaba una serie de desgracias familiares- aprovechó que el copiloto había ido al baño para hacer descender el avión y luego estrellarlo. No hubo sobrevivientes.
Con información de medios