En la 4T la ciencia llega a todos, sin discriminación: Rosaura Ruiz, al inaugurar el STS Forum 2025
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‘En el siglo XXI, la peor forma de discriminación es la exclusión del conocimiento y de la tecnología’, dijo la funcionaria federal durante su intervención
“La ciencia dejó de ser un organismo descentralizado y pasó a ser asumida como una responsabilidad estratégica del estado mexicano”, estableció este jueves Rosaura Ruiz Gutiérrez, secretaria de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti), durante la inauguración del STS Forum 2025, en Xochitepec, Morelos.
Declaró que, a través de la dependencia a su cargo, se impulsa “una nueva gobernanza del conocimiento”, que articula a universidades, tecnológicos, centros públicos de investigación, gobiernos estatales, dependencias federales, sector privado y comunidades.
Agregó que esta nueva forma de gestión reconoce que la ciencia y la tecnología son bienes públicos y que sólo pueden alcanzar su máximo potencial cuando se integra con las humanidades, con el territorio, con la sociedad y con la visión de país que encabeza la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
Durante el InnovaFest LATAM 2025 y el Science and Technology in Society Forum (STS Forum), que tiene lugar en Morelos, la funcionaria dejó entrever que la ciencia es un vehículo de justicia social.
Dijo además que las naciones de América Latina y el Caribe comparten historia, desafíos y aspiraciones y que “por eso, este foro nace como un espacio para impulsar la unidad regional, para reforzar los vínculos entre nuestros países”.
También nace para recordar que, ante los grandes retos actuales, “ningún país puede avanzar solo: nuestra región tiene una misión histórica que es el resultado de una trayectoria compartida”, afirmó.
Ruiz Gutiérrez aseveró que en los gobiernos de la Cuarta Transformación se trabaja para que el conocimiento y sus beneficios lleguen a todos los sectores sociales, sin excepción y sin barreras.
Con ello se busca también que nadie quede excluido del futuro que se construye, y “para que la ciencia, lejos de reproducir desigualdades, sea un instrumento de libertad, justicia y bienestar compartido”.
De inicio, la secretaria hizo notar que, durante más de dos décadas, el Foro de Kioto ha sido una referencia para comprender el impacto de la ciencia y la tecnología en nuestras sociedades, anticipar sus desafíos éticos y políticos y construir líneas de cooperación global, que hoy son más urgentes que nunca.
El hecho de que este Foro llegue a México, en particular a Morelos, sede de diversas instituciones científicas, “es un paso decisivo para fortalecer el diálogo entre naciones y construir una agenda de conocimiento común en beneficio de nuestros pueblos”, resaltó.
Tras referirse al legado de la época colonial y del sigo XIX, indicó que en el siglo XX América Latina protagonizó transiciones democráticas que pusieron fin a dictaduras y regímenes autoritarios, dando lugar a una renovada cultura de derechos humanos.
Enseguida, enfatizó que, “en materia de ciencia, humanidades, tecnología e innovación, la cooperación entre nuestras naciones no es una opción: es una responsabilidad ante nuestros pueblos, y es también un acto de justicia”.
“En el siglo XXI, la peor forma de discriminación es la exclusión del conocimiento y de la tecnología”, agregó.
Consideró que la brecha digital y la discriminación tecnológica separan a quienes pueden usar la tecnología para tener acceso a la salud, a la educación, a un trabajo digno, y participar en la vida pública, de quienes permanecen desconectados o excluidos de las habilidades necesarias para transformar información en conocimiento.
Así entonces, “el conocimiento —expuso— puede ser un puente hacia el bienestar, pero, si se distribuye de manera desigual, se convierte en un muro que margina a millones y restringe el ejercicio pleno de derechos”.
“Cuando no se atienden las brechas científicas y tecnológicas, las demás desigualdades se agravan. Las desigualdades económicas se hacen más duras y las barreras sociales más rígidas”, advirtió.
Desde el acceso a la cultura, a la educación, a las vacunas, a los medicamentos, a la imagenología, indispensables para el acceso a la salud, así como a la movilidad, al empleo y al derecho a una vida digna y a un medio ambiente sano, hoy la ciencia y la tecnología pueden definir, ampliar o limitar las posibilidades de las personas.
“Y, como en todo, esta forma de discriminación afecta más a las mujeres”, alertó, de ahí que los gobiernos de la Cuarta Transformación estén preocupados para que el conocimiento y sus beneficios alcancen a todos los sectores sociales.
“En México hemos dado un paso importante para enfrentar estos desafíos. La transformación del Conahcyt en la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti) marca un cambio profundo en la política nacional”, aseguró.
Calificó como “un ejemplo emblemático” de la nueva gobernanza colaborativa la supercomputadora Coatlicue, presentada hace unas semanas por la presidenta.
Coatlicue será el pilar, previó, del Clúster Nacional de Supercómputo que actualmente conecta a varias universidades como el Politécnico, la Universidad de Sonora, Guadalajara, la UNAM, la BUAP y centros Secihti como el IPICYT, el CIMAT y el CICESE.
“Con Coatlicue —garantizó—, este Clúster conformará la red de cómputo más poderosa en la historia del país, enlazada mediante conexiones de alta velocidad y orientada a la resolución de problemas en cómputo de alto rendimiento e inteligencia artificial”.
Esto permitirá mayor capacidad y menor tiempo en el procesamiento de datos, simulaciones para prevención de fenómenos naturales y sus consecuencias, asimismo, permitirá el desarrollo de proyectos en salud, energías limpias, astrofísica, cambio climático, inteligencia artificial, movilidad y ciencias de frontera.
Durante el InnovaFest se exhibirán varios de estos proyectos:
Kutsari, para el diseño y producción nacional de semiconductores;
Olinia, el primer mini vehículo eléctrico mexicano;
Apixqui, nuestro sistema nacional de monitoreo meteoceánico;
Ixtli, la constelación nacional de satélites de observación terrestre;
La estrategia de aprovechamiento integral del sargazo;
Quetzal, nuestro sistema aéreo no tripulado, y
El programa de dispositivos médicos, enfocado en innovación mexicana parala salud.
Igualmente, se presentará Taruk, el autobús eléctrico mexicano, cuyo diseño y construcción se inició en la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México, cuando Sheinbaum Pardo era jefa de Gobierno, y en colaboración con el entonces Conahcyt y la empresa MegaFlux durante el gobierno de López Obrador.
En el actual sexenio, Taruk llegará a las calles de varias ciudades del país, promoviendo una movilidad pública, eficiente y sustentable.
“Lo digo con convicción: no hay ciencia sin educación, no hay innovación sin talento, y no hay paz sin acceso universal al conocimiento.
“Este Foro es una apuesta por nuestro futuro común; América Latina y el Caribe tienen la creatividad, el talento y la voluntad para construir un destino propio. Los invito a hacerlo juntas y juntos”, concluyó la titular de la Secihti.