El vocero del Ministerio de Defensa ruso, teniente general Igor Konashenkov, dijo el miércoles que seis jets israelíes F-16 lanzaron la misión “provocadora” en un momento en que dos aviones civiles estaban por aterrizar en Damasco y Beirut, creando una “amenaza directa” a las aeronaves.

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En la ofensiva más letal en los últimos tres años, intensos bombardeos y ataques aéreos del gobierno de Siria sobre suburbios de la capital, Damasco, controlados por rebeldes, causaron al menos 98 muertos.

La ONG detalló que entre las víctimas mortales hay una niña y cuatro mujeres, además de 40 heridos de diversa gravedad.

Las dos explosiones ocurrieron en la zona del cementerio Bab al Saghir, en el casco histórico de Damasco, y ambas deflagraciones impactaron a dos autobuses que estaban en la zona, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó de que esta cifra de víctimas es preliminar y que el número de fallecidos podría aumentar debido a la gravedad de algunos heridos

Nikolai Pankov, viceministro de Defensa, destacó que el trabajo eficaz de las fuerzas rusas y sirias ha “infligido importantes daños a los terroristas".

No se descarta que esa explosión se debiera también a un coche bomba o a otros artefactos.