Para un grupo de adultos autistas que participaron en el estudio de Rutgers, el vértigo o mareo se manifiesta como “abejas”; los pequeños momentos de alegría son como “un buen café por la mañana” que produce “una sensación de elevación”; y la ira comienza con una sensación de “estar hirviendo” que “tensa el cuerpo”, seguido de dolores de cabeza, señala la universidad.