5 razones por las que tu esposa perdió el deseo a la intimidad

Vida
/ 29 agosto 2016

Cada palabra de este artículo está pensada para que nos sintamos bien todos, porque como sabiamente dijo la poetisa Marge Piercy, “No es el sexo lo que nos da placer, sino el amante”

Es sabido que el sexo (las relaciones íntimas) vende, de eso no hay ninguna duda. Tan es así que se usa en todo aquello sobre lo que se quiere llamar la atención, aun cuando no guarde relación alguna. Y es raro ver el cuerpo de un hombre para promover productos y servicios. Porque nada más usado para estos fines que las mujeres, el cuerpo femenino es siempre el fondo perfecto.

Con esto nos hacen sentir que las relaciones íntimas se trata sólo de nosotras y de los caballeros nada más se esperan sus ganas, y no faltan las ocasiones en que la ausencia de éstas también cae sobre nuestros hombros. El amor no es exclusivo de unos pocos privilegiados, el amor es para vivirse en cada uno y con quien sea capaz de despertarlo en nuestra persona.

De las mujeres se ha dejado claro lo que se espera; sin embargo, pareciera que igual exigencia no ha llegado a manos de los caballeros. Por ello, en lo que quiero llamar “un servicio a la comunidad”, les enlisto sus más comunes erratas en lo que a relaciones íntimas se refiere, con la esperanza de que sirva de guía para no seguir repitiendo las mismas fallas.

Lo que desean las mujeres de los hombres en la intimidad:

1. Que creas que sólo su placer importa

Una cuestión que se establece como necesaria es que se deje de pensar que las mujeres estamos al servicio de los hombres. Un error común es buscarnos para su satisfacción personal, y eso, amigos míos, ¡merece un tache!

2. Que nos juzguen por expresar nuestras necesidades

Aun hoy muchos hombres se espantan y hasta juzgan a las mujeres que expresan sus necesidades. Algunos van mucho más allá y sienten que las sugerencias son un ataque a su masculinidad, lo que habla de poca madurez y mucho egoísmo. Así como los hombres tienen preferencias y necesidades, nosotras también.

3. Que no dediquen tiempo al preámbulo

Una de las razones por las que sigue sin encontrarse un remedio, poción o fármaco capaz de ayudar a las mujeres con el tema del deseo femenino, habla de lo complejo que es nuestro cuerpo. En nosotras, las sensaciones y las emociones van de la mano. Y el preámbulo es la herramienta para lograrlo. ¿Sabes lo que le gusta a tu esposa? ¿Te has esforzado por saberlo siquiera?

4. Que limiten la intimidad al acto

El acto es el desenlace natural cuando dos cuerpos se buscan y se encuentran, pero de ninguna manera intimar es quitarse la ropa. Y hablando desde el punto de vista femenino, les garantizo que el acto de desnudarnos las almas es mucho más placentero para nosotras. De hecho, un alma desnuda es nuestro mejor afrodisíaco.

5. Que nos acaricien sólo por conveniencia

Las mujeres deseamos que nos toquen para algo más que tener intimidad. ¿Les ha pasado convivir con una persona que nada más se acerca cuando quiere algo?, ¿que terminan cayendo mal, e incluso provocan rechazo? Bueno, pues permítanme decirles que lo mismo pasa en la alcoba. Las caricias son una necesidad del espíritu y no sólo del cuerpo.

No es mi intención con este artículo hacer sentir mal a nadie, por el contrario, cada palabra está pensada para que nos sintamos bien todos, porque como sabiamente dijo la poetisa Marge Piercy, “No es el sexo lo que nos da placer, sino el amante”. En este caso, la pareja.

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