6 enfermedades ligadas a la vida solitaria
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Recuerda que estar solo no es igual a sentirse solo, puede hacer la diferencia entre que una persona enferme o no; también es importante combatirla y a saber pedir ayuda a quienes te rodean para tener una mejor vida
No todas las personas toleran la soledad en la misma medida. Mientras algunas ven las temporadas consigo mismo como una situación de la que pueden obtener un gran provecho creativo, otras, en cambio, enferman, pues necesitan contacto social para sentirse plenos y equilibrados.
Un estudio realizado a 181 mil personas adultas por investigadores del Instituto para el Envejecimiento, de la Universidad de Newcastle y miembros del Departamento de Salud y Ciencias de la Universidad de York (Inglaterra), revisó los efectos de la soledad en la salud, y concluyó que vivir solos tiene serias repercusiones físicas.
El análisis estableció que la soledad y el aislamiento social están relacionados con el aumento del riesgo de sufrir ictus o un ataque al corazón, de modo que el peligro aumenta treinta por ciento. Es más, la magnitud de los efectos de estas emociones negativas es igual a los síntomas que se experimentan cuando se sufre de ansiedad o estrés laboral.
¿Es necesario tener contacto social?
Según el estudio y sus conclusiones, sí. Debes de tener en cuenta que la soledad puede ser voluntaria o involuntaria; además de eso, estar solo no es igual a sentirse solo, eso debe quedar claro.
Parecerá raro, pero es relevante señalar que puede resultar absurdo que al poder elegir estar solo y cuándo cortar esa situación, afecte a la salud; sin embargo, algunas personas se alejan de los demás por el simple placer de estar a solas, pero en otras ocasiones lo hacen porque de ese modo lidian con el sentimiento de melancolía que experimentan por la ausencia de determinada persona, y en este renglón es comprensible que se llegue a caer enfermo.
Existe otra situación delicada y que en la actualidad está aquejando a la sociedad: el abandono de los ancianos en hogares geriátricos, lugares donde son dejados por sus familiares y a donde nunca más regresan a visitarlos; en este contexto, la soledad enferma al más fuerte de los seres humanos.
Efectos físicos de la soledad
Al entrar en el amplio campo de la salud, se pueden señalar 6 efectos que ésta produce en una persona:
1. Deterioro en el sueño
La soledad en exceso hace que el sueño se quebrante. “Cuando está durmiendo su guardia baja. Si está solo, su cerebro sabe de manera subconsciente que no hay nadie para protegerlo y esa inseguridad provoca preocupación”, dijo Lianne Kurina, profesora asistente de Epidemiología de la Universidad de Chicago a la cadena CNN.
Esa es la razón por la cual el cansancio se apodera del cuerpo y éste cuenta con menos tiempo para recuperarse y descansar. Con el tiempo, esto puede traer aumento de peso.
2. Se prefiere comer o beber a estar en compañía de otros
Buscar placer en actividades que no están relacionadas con la convivencia con otras personas hace que la soledad aumente. El consumo de comida que no es sana desde ningún punto de vista (grasas, azúcar y mucho menos alcohol) se vuelve una forma de automedicación y sustitución de las carencias sociales inmediatas.
3. Vulnerable a los virus
John Cacioppo, profesor de Psicología de la Universidad de Chicago, después de varios estudios científicos señaló que el ser humano está diseñado para adaptarse a la soledad. Cuando una persona está en soledad hay más vulnerabilidad a los virus, ya que el organismo se concentra en combatir las bacterias.
“Los virus están asociados con el contacto humano (estornudos, saliva), pero si está solo, su cerebro identifica el contacto físico como algo hostil”, afirmó Cacioppo.
4. Estrés a la alza
La soledad en su estado crónico activa el sistema nervioso simpático, el cual prepara el cuerpo para amenazas. Esto produciría cambios orgánicos como el endurecimiento de las arterias, ocasionando aumento en la presión arterial y los niveles de cortisol (hormona del estrés), usada de emergencia para reforzar la energía del sistema inmunológico.
5. La demencia al alcance
Un estudio realizado en aproximadamente 2 mil 200 adultos mayores en Ámsterdam (Países Bajos) en 2012, afirma que los participantes que decían sentirse solos, sin tener en cuenta la cantidad de amigos o familiares cercanos, tenían un mayor riesgo de sufrir demencia.
6. Riesgo de muerte prematura
Un estudio que se hizo en por lo menos 45 mil personas mayores de 45 años propensas a enfermedad cardíaca, arrojó que quienes vivían solos estaban más expuestos a morir por infartos y accidentes cerebrovasculares en comparación de aquellos que vivían con un ser querido.
Es importante que aprendas a sacar provecho de cada situación que vivas. Recuerda que estar solo no es igual a sentirse solo, aquí radica la fuerte diferencia, lo que hace que una persona enferme o no; también es importante que sepas cómo combatirla y a saber pedir ayuda a quienes te rodean para tener una mejor calidad de vida.