Betsabeé Romero encara con arte la migración
La artista presenta en Texas la muestra "El vuelo y la semilla" sobre mexicanos que buscan oportunidades de vida en EU
“Donald Trump es un fenómeno triste, retrógrado; es el ejemplo de la no comprensión del mundo actual, y la representación de los peores valores de la humanidad”, dice Betsabeé Romero, quien es una de las artista que a lo largo de su trayectoria ha abordado con diversas obras, talleres educativos y exposiciones la situación de los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos.
Este tema es eje de la exposición "El vuelo y su semilla" que exhibe el Instituto Mexicano en San Antonio; en las nueve instalaciones que ahí presenta se refiere al maíz como símbolo cultural y habla de un grupo en particular, el de aquellos que trabajan en la gastronomía, quienes por años han sido imagen del intercambio entre culturas, y cuya situación legal está llena de incertidumbre. Sin olvidar el caso de chefs que se han confrontado con Trump, Romero se enfoca en esos cientos de cocineros, meseros y restauranteros que son anónimos.
“Me parece muy importante decir que estoy con ellos, que estamos juntos en esa lucha, que considero que es una misma cultura; las fronteras son transgeográficas porque la cultura es de quien la vive, de quien la recuerda, de quien la canta o la cocina”.
Los migrantes y los contrastes antre ciudades son eje de las obras recientes de la artista. Por un lado, exhibe esta muestra en San Antonio (que antes había presentado en Washington) y por otro lado, esta semana acaba de inaugurar Geografías en Bangkok, desde donde la artista habla en entrevista telefónica.
La Galería nacional de Bangkok, en Tailandia, presenta la primera exhibición de artistas contemporáneos mexicanos, donde Romero expone junto con María José de la Macorra – escultura -, Enrique Rosas – pintor – y Alfredo de Stefano’s – fotógrafo-.
Romero viajó hasta ese país para realizar “in situ” seis piezas que hablan de las ciudades, de los contrastes y contradicciones en el mundo actual, de la superposición de capas entre lo moderno y lo tradicional, característica que comparten la capital mexicana y la ciudad de Bangkok.
Las dos exposiciones y otros proyectos que la artista prepara tienen como elemento común el momento global actual: “Nuestros conflictos – la migración, el problema de las drogas, el apoyo internacional a líderes terribles-, no se pueden explicar localmente. Son problemas globales. Y es fundamental abordar esto desde una perspectiva histórica de todo el mundo”, afirma la creadora.
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